¿Tie-in del evento El Reinado del Diablo o epílogo de la primera temporada de Merodeadores? Un poco ambas cosas. Panini Cómics recoge en un solo tomo en formato rústica la miniserie que une los caminos de Wilson Fisk y Emma Frost en un contexto de traiciones, amenazas y secretos revelados y con la que Gerry Duggan quiere atar algunos cabos para, ahora sí, despedirse de la Reina Blanca y sus Merodeadores.

«Como mis abogados, este bagel… nunca me lo comí»

Aunque el conflicto entre el déspota alcalde de Nueva York y la líder mutante prenda a causa de la vendetta iniciada por Fisk contra Daredevil y cualquier héroe o vigilante que actúe en Nueva York (lo que incluye a la Patrulla-X del Capitán Krakoa), el fondo del mismo viene de mucho más atrás, tal como descubrimos en los últimos números de Merodeadores. Frost colaboró con Kingpin en su día y esos pecados del pasado vuelven para intentar atormentarla. Pero Emma es mucha Emma.

De este modo, Duggan afronta el encargo de integrar a los krakoanos en el evento sin comprometer la actualidad mutante. Ser también el guionista de Daredevil le da cierta ventaja, pues conoce el escenario como nadie y sabe de qué manera encajar a la trama de forma que complemente y no estorbe. Así, este El Reinado del Diablo: Patrulla-X funciona de manera autónoma respecto a la saga central (la participación de Elektra no interfiere tampoco en su propio tie-in) y añade interesantes capas al relato personal de Emma Frost. Porque al final, esta es una aventura centrada en la Reina Blanca.

Ya lo comentamos al inicio de la andadura de Duggan con Merodeadores y no podemos sino insistir en la idea. Pocos autores han sabido explotar el potencial de un personaje tan «conflictivo» como Emma, quien vivió sus mejores momentos bajo la mirada de Grant Morrison en sus New X-Men y de Joss Whedon en Astonishing X-Men. Bendis, Gillen, Lemire… muchos autores han tratado con ella en los últimos tiempos sin comprenderla del todo, abusando de su rol complementario a Cíclope. Como miembro del Consejo Silencioso krakoano y lideresa (junto a Kate Pryde) de Merodeadores, Duggan ha empoderado a la mutante con un carácter y un sentido del humor realmente estimulantes.

En este sentido, El Reinado del Diablo: Patrulla-X sirve para afianzar esa posición de Frost, que reclama para sí el mimo del que disfrutan otras figuras destacadas de Krakoa. La ingeniosa forma en la que lidia con la policía británica o la emoción que transmite en su breve interacción con Spiderman (sin duda uno de los momentos top del cómic) son una muestra del potencial de una Reina capaz de hacer morder el polvo a todo un Kingpin casi sin despeinarse y del envidiable talento de Duggan, estrella indiscutible de la actual Marvel.