«IMA agradece a todos los que van a bordo de esta bañera maldita que donen su vida«

Seguimos haciendo tiempo para lo que está por venir en el entorno mutante y ello supone que la Patrulla-X debe vestirse una vez más de intrascendencia para poder sacar adelante el número de este mes. El personaje elegido para divertirse con las buenas gentes de la Patrulla no es otro que MODOK, quien recientemente tuviera sus quince minutos de fama a través de la serie de Disney+ creada por las locas mentes detrás de Robot Chicken, y confieso que he tenido que volver a leer de nuevo el cómic para recordar cuál es la amenaza con la que nos obsequia el villano en su primera aparición de calado dentro de una colección mutante. Y mira que ésta homenajea en cierto sentido a una de mis películas preferidas de cuántas he ido disfrutando con el paso de los años en la Muestra Syfy de Cine Fantástico.

Lo dicho, MODOK se pone a juguetear con los humanos a bordo de un crucero y el equipo comandado por Cíclop… por el Capitán Krakoa se dirige a detenerlo. Y lo detiene. Y se ponen las botas con el buffet libre del restaurante de a bordo. Y todo es felicidad, parabienes y sonrisas… Sólo que no es así. En paralelo descubrimos quién estuvo detrás del borrado de memoria de Ben Urich y comienzan a aparecer las primeras grietas serias en el casco de la nave mutante. Los secretos mal guardados y los sentimientos apenas disimulados amenazan con ir desgastando la confianza de unos mutante4s con otros y es mucho más que probable que la cabecera sufra un baile de nombres en un futuro no muy lejano.

«¿Y si te dijera que se acabó ser hombre-X para mí?«

Poco más se puede arañar de un cómic que sólo nos deja con personajes tristes, enfadados o molestos por doquier. Gerry Duggan debe estar sudando tinta y arrepintiéndose bastante de que le hayan hecho seguir adelante con su serie mientras casi todo el resto de la galaxia mutante se tomaba un respiro. Porque lo que comenzó como el paseo triunfal de una Patrulla-X ya nunca más temida y odiada se está convirtiendo en una eterna sucesión de capítulos semi-inconexos en los que los únicos detalles de largo recorrido (el fallido romance entre Lobezna y Sincro y la nueva identidad de Scott Summers) muy pronto han comenzado a dar muestras de agotamiento argumental. El primero comenzó siendo un gancho perfecto para los lectores, pero ha terminado por convertirse en un tema que está ahí todo el rato, pero que no avanza en ninguna dirección. El segundo sólo nos devuelve a un Scott taciturno que debe estar preguntándose qué le importa más: salvar a gente inocente o que los demás sepan que fue él quien los salvó.

Patrulla-X #8 (#127)

Me resulta interesante, sin embargo, leerme el texto que Duggan le atribuye a Forja y en el que nos desvela que el nuevo disfraz de Cíclope no es otra cosa que un prototipo avanzado de armadura para que mutantes no tan fuertes como los de la Patrulla-X puedan defenderse (o al menos escapar) en casos de extrema necesidad. Las circunstancias han requerido que Cíclope sea el primero en utilizarlo, pero Forja le recuerda que, lejos de ser un castigo para el líder mutante, es todo un honor poder ayudar a Forja con el desarrollo de nuevas herramientas para la defensa de su propia especie. Lo que no nos deja ver Duggan en este nuevo número de Panini es si Scott se toma las palabras del ingeniero mutante en serio.