«Son criminales, lo que significa que están a merced del estado«
Lleva la portada del cruce entre la Patrulla-X de Alaska y el Alpha Flight canadiense justo el número de esta colección que cierra el cruce entre ambas formaciones de superhéroes mutantes. Ya lo comentamos cuando os hablé sobre el Patrulla-X #8 (#90) que servía para que Cíclope sacara pecho frente a O.N.E., la mitad de aquel número quedaba destinada para una visita relámpago de Corsario a su hijo de punzante mirada, pero como lo que de verdad importaba era la otra mitad y como esta nueva aventura se iba a extender hacia ésta entrega, pues asunto solucionado. Viene Corsario, se pega un poco con los mutantes, los convence de que no ha hecho nada malo (aún), atacan los mercenarios de razas como los badoon, los skrull y otras tantas y comienza la refriega real.
Parece ser que todo gira en torno al Fénix (serie de Stephanie Phillips que, por cierto, está reseñando nuestro compañero Daniel Lobato) y a la posibilidad real de controlarlo cogiendo a su marido rehén. Porque está claro que a un ser casi todopoderoso, capaz de hacerle el amor a las leyes de la Física, se le puede condicionar cogiendo de rehén a su maridito (que, además, no es precisamente moco de pavo). Pero bueno, todo vale cuando tu cabecera principal está haciendo tiempo para el cruce de serie mutantes que va a llevarse a cabo a partir del mes que viene. Porque todo el mundo estará bajo el yugo de Muerte, pero los mutantes se van a centrar en ver cómo escapa de prisión el más calvo de todos ellos. Una idea estupenda cuando tratas de mantener cohesionado tu universo comiquero.
«Nos defendisteis y seguís pagando por ello«
En fin, que Jed MacKay homenajea a los miembros de Alpha Flight por lo mal que lo pasaron durante la Caída de X (tuvieron una cabecera propia para que los viéramos penar mientras trataban de sacar a los mutantes canadienses del planeta) con un par de números de su Patrulla-X que, como suele ocurrir cuando salen los mutantes de más allá de la frontera, me dejan bastante frío. No tiene mucho sentido que en un número nos cuente este señor cómo Cíclope agarra a toda unas tropa de orangutanes al servicio del gobierno por los genitales para luego pasar a convertirlo en la princesa Peach de la Patrulla de Alaska, a punto de ser secuestrado para que su mujer no tenga más remedio que ir a rescatarlo.

Patrulla-X #9 (#91)
Lo que entiendo aún menos es por qué el número anterior fue doble y no éste. Panini habría podido meter toda esta historia (las dos entregas) en el Patrulla-X #9 (#91) y esa decisión habría tenido mucho más sentido que la de partir este cruce con el equipo a merced del gobierno de Canadá. Claro que, ¿quién habría comprado este número entonces? Back to Basics muchachos, back to basics en lo que a ideas comerciales nos referimos.
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