«¿Harás que mueran todos… para demostrar que tienes razón?«

 

Pr fin llegamos al final de la saga (o aventurilla) con la que Jed MacKay ha hecho tiempo para que la Casa de las Ideas pueda preparar bien su Mundo Bajo Muerte. Los Vengadores se van de casinos para robar un pendrive y Kang, junto con Felicia Hardy y el que a todas luces es su padre rescatado de la corriente temporal, se lo tratan de impedir, pero no van a contar con que Visión tiene una enorme capacidad para utilizar la armadura del guión y que la va a utilizar  con el despido de cuando sus amigos la necesiten más. En fin, una historia insípida destinada a hacer que la trama no avance ni mucho ni poco y que confirma que los buenos tiempos el Conquistador murieron con el despido de Jonathan Majors por sus líos legales.

En serio, me he vuelto a leer esta última entrega y no logro hallar nada ni mínimamente interesante que importarnos lo más mínimo. Quizás habría sido tiempo para profundizar en cada personaje y sus relaciones con el resto de los integrantes del equipo., O quizás Jed MacKay podría haber aprovechado para ir introduciéndonos en lo que nos espera en este mundo gobernado por el principal villano de los Cuatro Fantásticos. Pero no, en lugar de ello tenemos una historia que tendrá sentido real dentro de unos números, pero que ahora resulta poco menos que cargante con tanto Kang y tantas vueltas en torno a los Caballeros de la Mesa Redonda está dando.

 

«Menuda mala suerte, ¿verdad?«

 

En serio, los crossovers ‘desaparecieron’ de Marvel precisamente para poder dejar a los artistas de cada cómic que desarrollaran las historias que más rabia les dieran. Sin embargo, con lo que os encontramos hoy es con un nuevo evento que puede estar genial oiga, pero que no pinta nada con la historia que se estaba contando en esta serie, simplemente con la idea de fabricar algo de tiempo antes de que todos los personajes de la editorial se vean arrastrados por esta nueva trama. El Asalto al Casino de los Vengadores es soporífero pese a su acción y no aporta casi nada ni a la trama que trata de desarrollar MacKay ni a los personajes que la protagonizan, por más que veamos a Felicia derramar unas cuantas lagrimillas al final de la historia.

 

 

¿No tienes nada que contar? Pues para la serie, pero no nos vendas historias metidas con calzador que no quiere leer nadie. Panini poco ha podido hacer al respecto (como mucho habría podido agrupara las grapas en una sola o en dos), pero imagino que también ve como las ventas se resienten cada vez que la casa madre norteamericana se rebaja a esta clase de estrategias. Una auténtica lástima.