«Cielo, estoy en casa«

 

Venga, una dosis de información de servicio, que me da en la nariz que a la mayor parte de vosotros esta serie les va a pillar con el pie cambiado. Vayamos uno por uno con los personajes que vemos en portada y hagamos un breve resumen de lo qué ha sido de sus vidas en el pasado más reciente de la Casa de las Ideas. Y hagámoslo así porque en esta nueva cabecera de Gerry Duggan se juntan personajes que vienen de momentos muy distintos y que no necesariamente han sido leídos por todos (algunos puede que por ninguno de los aquí presentes) y que, además, ya cuentan con sus propias cabeceras, más allá de ésta colaboración loca cuyo motivo conocemos, pero cuyo destino se esconde en un océano de incógnitas.

 

Comencemos por Iron Man y Máquina de Guerra, los fundadores del grupo. Tony Stark viene de casarse con nada menos que Emma Frost y dar lugar a una de las parejas más inesperadas y de mejor funcionamiento de la historia de Marvel. Su alianza para pararle los pies a Orchis y a Feilong nos ha dado momentos maravillosos por parte de dos personajes que no sabíamos que habían nacido para estar juntos… hasta que los guiones los separen. Ha sido el propio Duggan el responsable de escribir los guiones de esta estupenda etapa del Vengador Dorado y se supone que esta nueva aventura es una consecuencia directa de lo que vimos en aquella serie. Sobre todo es consecuencia de la promesa que le hizo Tony a su mejor amigo tras sacarlo de la cárcel, allí Rhodes descubrió que muchos villanos tan sólo están esperando una ocasión para demostrarle al mundo que los errores se pueden enmendar y este cómic viene a ser el experimento definitivo al respecto. Otra cosa va a ser si dicho experimento lleva a alguna parte.

 

«Lástima que de adolescente no fueras fan de Iron Man«

 

Por detrás de Tony asoma nada menos que… ¡¿Ultrón?! Pues sí, el robot más problemático de la editorial norteamericana se separó definitivamente de Hank Pym y ¿abandonó sus deseos de someter y destruir a la humanidad? en la malograda Avengers Inc. de Al Ewing, una especie de serie procedimental en la que cada capítulo nos presentaba un misterio insulso de innecesario desarrollo y que tan sólo servía para ir poco a poco desarrollando el argumento principal, nada menos que el regreso de este personaje a la primera fila marvelita. ¿Y al lado de Ultrón? Pues una Spiderwoman que ha venido de encadenar una de sus mejores etapas con una de las peores. Que ha pasado de estar embarazada a perder al crío y de esto a reencontrárselo convertido en un adulto hecho y derecho… del bando de los malos. Un cacao de tales dimensiones que ni tan siquiera se nos comenta en esta serie.

 

 

Detrás de ellos vemos a Firestar, otra de las adiciones que le debemos a la reciente etapa del guionista en la órbita mutante y que más que ser una villana en busca de redención, se trata de una auténtica heroína que busca limpiar su nombre ante… pues la verdad es que no me queda del todo claro. Y nos falta en la portada Vatio Asesin…, perdón, Relámpago Azul, que es, con permiso de Ultrón, el único personaje que parece buscar un cambio de aires y una redención al colaborar a cambio de una reducción en su última condena. Me diréis que he dedicado más tiempo a presentar a los personaje que a analizar este primer número, pero lo cierto es que poco más hay que contar. Más pronto que tarde vemos a Ultrón siendo él mismo, a Firestar tonteando con la bebida, a Jessica Drew a punto de mandar a todos estos zopencos a tomar por c..o… al ver cómo todo esto no nos conduce a ningún lugar…

 

Los Vengadores Costa Oeste tiene muchísimas papeletas para ser cancelada a las primeras de cambio y si esto no termina ocurriendo será porque la editorial (o el autor) le hayan reservado un futuro que afecte al buen transcurrir del resto de series marvelitas. No lo sé… y cada vez me importa menos.