«Trataré de hace que la experiencia sea memorable«

Me cuesta un poco poner en orden mis ideas sobre este Los Vengadores #8 (#162). Por un lado tenemos al grupo principal, al que escribe Jed MacKay, en una repetición de la jugada que ya viéramos con la Fusión Cenicienta: nos encontramos con unos villanos tope de poderosos, los villanos parece que van a fregar el suelo con las caras de los protagonistas y al final, para sorpresa de nadie, son sus culos los que quedan irritados. Si no fuera por la imagen final del número de este mes, lo cierto es que poco podría salvarse de un cómic que ha repetido la misma estructura en sus dos primeros arcos argumentales. Hasta las conversaciones se parecen y cuesta poco acabar como la Capitana Marvel, bostezando y cayendo en los brazos de Morfeo.

Tiene gracia la pelea por el momento Pokémon de luchar cada uno con el enemigo que es débil contra su set de habilidades específico y por ciertos comentarios aislados, pero esta entrega de Los Vengadores nos la podíamos haber saltado sin más pena que gloria: es total y perfectamente olvidable. Y, por el otro lado, en la segunda mitad del cómic de Panini de este mes nos encontramos con unos Avengers Inc. que se ven obligados a cerrar tras apenas cinco entregas y que nos ofrecen un gran momento final que suena a terriblemente apresurado por las circunstancias, pese a su importancia y al peso que pueda tener a medio o largo plazo en otros cómics de la Casa de las Ideas. Pero es que Avengers Inc. se lo ha buscado: en un momento como el actual en el que ni las grandes editoriales pueden permitirse pequeños fallos, esta serie era de todo menos consistente en su propuesta.

«Hay otra palabra para eso«

Creo que Avengers Inc. se habría beneficiado de un Al Ewing menos exigido por los diferentes compromisos dentro de la editorial norteamericana. Actualmente tenemos a Ewing al frente de la Patrulla-X Roja, de Veneno, Thor y esta historia. Ahora que la serie mutante va a echar el cierre y se está tomando de cuando en cuando descansos del simbionte habría sido el momento perfecto para que Janet van Dyne inaugurara su despacho de investigaciones, pero no antes. Porque quien mucho abarca poco aprieta y está claro que esta serie ha caído en el lado de las que han quedado un poco más huérfanas de atención, lo que se ha traducido en un producto descafeinado… hasta que se ha entrado en materia en sus dos últimas entregas (demasiado tarde como para hacer remontar al proyecto).

Los Vengadores #8 (#162)

No era difícil imaginarse a estos Avengers Inc. como una versión quizás un poco más amable de lo que leímos en la mítica cabecera de Jessica Jones que escribiera Brian Michael Bendis. Sin embargo, la serie ha terminado pareciéndose más a un suplemento gratuito del dominical: con la intención de contar algo importante, pero sin los medios ni el tiempo suficientes para conseguirlo.