La Gala Fuego Infernal abre al fin sus puertas. Tras algunos tomos en los que veíamos como iba tomando forma la futura gala MET mutante (es la gran referencia para estilos y exclusividad de la fiesta de la Reina Blanca), este volumen doce es en el que Emma Frost, anfitriona y cicerone, da la bienvenida a amigos y enemigos por igual para presentar el siguiente paso en la revolución mutante.

 

«Ahora mismo estoy flipando«

 

Una presentación que, sin embargo, no se completa aquí, sino que guarda su gran final para el próximo tomo. Y eso que en estas primeras páginas hay no pocas sorpresas, empezando por la confección de la nueva encarnación de La Patrulla-X. Desde el comienzo de la aventura krakoana no existía un equipo de La Patrulla-X como tal, sino que Cíclope y los suyos actuaban como algo más parecido a una fuerza militar de la nación mutante.

 

 

Ahora, sin embargo, con el cambio de guardia cada vez más cercano (Jonathan Hickman abandonará el barco dentro de nada), parece hacerse necesaria la recuperación de viejas fórmulas. ¿Por qué? Parafraseando a Jean y Scott, la Patrulla-X debe servir a todo el mundo por igual, como héroes que estén por encima de cualquier bandera. Sin saberlo, la primera Gala Fuego Infernal pone la primera piedra que llevará a Krakoa a su final… el statu quo es irreductible, siempre sobrevive y encuentra la forma de ocupar su lugar.

 

Por suerte, aún queda para eso. Lo que ahora toca es disfrutar de una noche única y colarnos entre bambalinas para descubrir cómo cada grupo/serie afronta la gala. De esta manera, el capítulo que abre el tomo, Merodeadores, hace las veces de visita guiada por la gala, reparando en los hitos más importantes para darnos una imagen general del transcurso de la misma. ¿Y los demás capítulos? Cada uno de ellos pondrá el foco en sus respectivos protagonistas y en desarrollar tanto algunas de las escenas apuntadas en Merodeadores, como en presentar otras que no vimos en la panorámica.

 

Por orden, X-Force se apunta a relatar el funcionamiento de la seguridad del evento y recupera la trama en la que Bestia estrechó lazos diplomáticos (es un decir, ya me entendéis) con las gentes de Tierra Verde. Para la inteligencia krakoana no hay un solo día de respiro y poca fiesta van a encontrar en la Gala.

 

 

Lo mismo puede decirse de Internales (lo de poca fiesta), porque ellos ni siquiera están invitados. Zeb Wells cuenta aquí como sus denostados personajes intentan colarse en la celebración y montan el lío que se espera de ellos.

 

Por su parte, tanto Excalibur como Patrulla-X apuestan por seguir avanzando en sus respectivas historias aprovechando el contexto de la fiesta diplomática. Un contexto que, en el caso de la serie de Tini Howard y Marcus To, facilita mucho las cosas, pues permite que la Capitana Britania pueda intercambiar unas palabras con una delegación británica que con el paso de los meses se ha vuelto aún más beligerante contra Excalibur y todo lo que esta representa. Se avecina tormenta.

 

Y Patrulla-X… pues lo ya comentado, este número sirve para presentar a la nueva alineación de un equipo que -ninguna sorpresa- será liderado por Jean Grey y Scott Summers. Mejor o peor plantel, eso ya es cuestión de cada cual, pero a nivel de fuerzas se trata de una formación más o menos equilibrada en términos de fuerza, pero que carece del genio científico habitual en otras encarnaciones a través de personajes como Dr. Némesis, Bestia o Sabia.