Segunda entrega del evento Marvel publicado por Panini Cómics: El Reinado del Diablo. Las buenas sensaciones que nos deparó el primer número no hacen sino confirmarse y reforzarse. Chip Zdarsky y Marco Checchetto están conformando una historia que -si nada se tuerce- puede acabar convirtiéndose en un auténtico must have del Kingpin del crimen.
«No pareces tan fantástico ahora«
Puede que el germen de la aventura estuviera en un ataque enrabietado de Wilson Fisk contra Daredevil, pero las ramificaciones surgidas a partir de la aplicación de la ley contra el uso de los súper poderes alcanzan inusitadas direcciones y ambiciones. El propio Fisk ve la oportunidad de poner sus miras más allá de la alcaldía de Nueva York; ante lo complicado de una acción directa, los vengadores se plantean combatir a villano en su propio terreno; mientras, Octavius vuelve a estar ebrio de poder gracias a la tecnología de Los 4 Fantásticos ahora a su alcance. Las metas difieren entre los distintos actores implicados, pero todas convergen en el medio: el poder. Quien se haga con él será quien salga victorioso y cumplirá sus fines.
El número de personajes implicados directa o indirectamente no parece abrumar a Zdarsky, que saca partido de la situación para constatar el alcance de la amenaza a la que se enfrentan nuestros héroes. Este segundo capítulo abre la puerta a algunos de los diferentes tie-ins, pero lo hace de una manera muy orgánica y poco invasiva. Nos abre la puerta a explorar las aventuras satélites, pero indicándonos que no hacerlo no implicará penalización alguna respecto a la comprensión y disfrute de la trama central.
Hay mucho de juego también en este segundo número. El guionista demuestra su profundo conocimiento de los personajes y lo usa a favor de obra. Ya sea trasteando con detalles -sospechosos- del comportamiento de uno de los protagonistas, que cobran sentido al final del capítulo y nos emplaza a hacer una relectura del mismo para recolectar, cómplices, las pistas que hábilmente nos dejan los autores; o a mediante la alusión o utilización de conceptos con poso histórico en la cronología marvelita, ahí están la correspondencia con el conflicto derivado de la primera guerra civil o los medios empleados por Doctor Muerte para concretar sus planes en Emperador Muerte, no siempre celebrado como el clásico que es.
En esta línea, como quien no quiere la cosa, el autor vuelve a postularse como firme candidato a dirigir los caminos de la Primera Familia. Ya lo demostró en Marvel 2 en Uno: La Cosa y la Antorcha Humana y lo demuestra en las páginas que dedica al matrimonio Storm-Richards y el dúo formado por Ben y Johnny. ¿Dónde hay que firmar para ver en acción a sus 4F durante una larga temporada?
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