Tie-in arácnido con El Reinado del Diablo, el evento surgido de las páginas de Daredevil que enfrenta a la Nueva York del alcalde Wilson Fisk con la comunidad súper heroica, a la que ha declarado la guerra. Ben Reilly, como si no tuviera ya pocos problemas, se ve envuelto en ella y tiene que escapar como sea del fuego cruzado.

«¿Lista para vestirte, pelirroja?«

Su participación en el evento no deja de ser secundaria. Tuvo su momento de gloria cuando fue rescatado por Ben Grimm y Johnny Storm de una comisaría y ya. Es en este punto donde arranca este especial escrito por Anthony Piper y dibujado por Zé Carlos. Y como su incidencia en El Reinado del Diablo, este tie-in es bastante insustancial. Tiene su gracia respecto a la recuperación de La Rosa, hijo de Kingpin que reapareció en la etapa de Nick Spencer, pero Piper desdibuja al personaje hasta casi la parodia. Todo el capítulo se sustenta en la rabieta del villano, que se cree «superior» (¿dónde hemos leído eso antes?) y acaba derrotado por su propia ineptitud.

Spiderman, por Patrick Gleason

Mucho más interesante es el segundo de los especiales incluidos en este número: Beyond. Mary Jane y La Gata Negra. En él, ambas aliadas íntimas de Peter Paker tienen que hacer equipo para salvarle de un villano al que hacía tiempo que habíamos perdido la pista. Peter, recordad, sigue convalenciente por la exposición radiactiva del inicio de esta etapa, así que cuando su vida corre peligro ambas mujeres se arremangan y toman el control de la situación.

Sorprende -para bien- el trabajo de Jed MacKay y nos hace preguntarnos si este es el nivel que muestra también en la serie regular de Felicia Hardy. Tanto ésta como MJ están muy bien caracterizadas, muestran un crecimiento real entre la primera y la última página del número, que además tiene un excelente ritmo y los diálogos son ágiles y divertidos. Ojalá tomasen nota en El Asombroso Spiderman.