«Y ahora que lo saben… pueden empezar a ser libres otra vez«
No le he visto comentarlo, pero me parece que se basa Chip Zdarsky en el excelente trabajo de Alex Ross con su inconmensurable Kingdom Come a la hora de presentarnos este Vengadores: Crepúsculo, una historia que se va unos cuantos años hacia el futuro para presentarnos una realidad en la que la actual generación de héroes ha dado paso a la siguiente, que comandan sus propios hijos y que ha ido derivando cada vez más en un estado fascista en el que, en nombre de la seguridad, los ciudadanos han ido poco a poco renunciando a sus derechos más elementales.
En medio de este panorama, un Capitán América retirado y sin suero del supersoldado se une a una suerte de resistencia que trata de despertar las consciencias de unos americanos que viven aletargados y dejándose hacer, siempre y cuando la violencia salpique a los de siempre y no a ellos. Zdarsky nos ofrece una visión oscura y pesimista del futuro más cercano en la que apenas hay cabida para el heroísmo y las nuevas generaciones se encuentran maniatadas y embotadas e incapaces de provocar un verdadero cambio por sí mismas.
«Eso es lo que hace que el mundo funcione«
¿No os recuerda esto a algo? Recientemente hablaba con mi pareja acerca de la pena que me da el fin de la Era de Krakoa dentro de la galaxia mutante de la Casa de las Ideas. Siempre he pensado que había mucho más por explorar con la nación mutante de lo que hemos llegado a ver y era, hasta cierto punto, refrescante ver a los mutantes en una situación de poder. Sin embargo, colecciones como ésta que nos trae ahora Panini en cuatro grapas (quizás habría bastado con un tomito de los de la nueva filosofía de la editorial) me recuerdan que la realidad actual no está como para que lancemos campanas al vuelo con ningún grupo de superhéroes. Con el mundo cada vez más polarizado y violento y las personas cada vez menos inclinadas a conversar y más a liarse a bofetadas, una colección en la que seres que son diferentes a los ‘normales’ y que históricamente han sido perseguidos por sus semejantes hayan obtenido por fin una posición de poder desde la que poder negociar con el resto de la humanidad se antoja, como mínimo, perteneciente al reino de la fantasía.
No es pesimismo, sino más bien el hecho de que Marvel siempre ha apostado por colocarse en una posición cercana a la de sus lectores, para favorecer que estos puedan identificarse con los héroes que pueblan sus viñetas. En la situación en la que nos encontramos actualmente los humanos, vendernos una serie en la que todo va de bien en mejor no hace sino alejar a sus protagonistas de los lectores, por más que, en el fondo de nuestros corazones, estemos echando ya de menos que las cosas vuelvan a ir un poco mejor… en los cómics y en la vida real también, a ser posible.
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