Ocho apellidos catalanes

Dani Rovira, Clara Lago y Berto Romero: «Mal vamos si vemos la película como un instrumento político»

Era una de las secuelas más anunciadas. Dado el éxito de la primera película, se veía venir la segunda parte. Aunque no tan pronto. Ocho apellidos catalanes llega este viernes, y a la pareja protagonista, Dani Rovira y Clara Lago se les une, entre otros tantos, Berto Romero. Con ellos tuvimos la oportunidad de hablar sobre esta segunda experiencia, en la que hablan de segundas partes, se desentienden de la política, y hablan sobre su cometido en esta cita, que es hacer reír.

 

Pregunta: Dani, dado que con la primera película te estrenaste ¿Has visto diferencias entre esta película respecto de la anterior?
Dani Rovira: A nivel personal, la diferencia de que ha pasado un año y medio, y que se acoplan nuevos compañeros y los que teníamos están mucho más reforzados. Mi lucha siempre ha sido después de la primera es seguir haciendo este trabajo desde la mayor inconsciencia y desde el juego. Creo en esta también lo he conseguido. Tenia miedode perder ese punto de frescura de «me la pela» que me ayudó a la naturalidad al personaje. La esencia es la misma. El director de orquesta es el mismo (Emilio Martínez -Lázaro), los personajes son iguales. La diferencia es que aquí no hay factor sorpresa. Es una película que habla sobre los tópicos, pero ahora en Cataluña. Creo que es una película más redonda en cuanto a la historia, la comedia de la que hace gala es más de brocha fina, peor lo veo como algo positivo. Emilio ha querido diferenciar esta película para dar al público lo que ya quería y algo nuevo.

 

P: Pensáis que la realidad política es la mejor campaña de promoción de esta película ¿Os ha venido bien?
Clara Lago: A nosotros como actores eso no nos atañe. Eso es más para los productores. Yo por lo menos quiero que la peli guste, no voy a meterme en que sea un taquillazo. Si va la mitad de gente que fue a ver la primera será ya un éxito. Pero si todos ellos salen diciendo que vaya mierda, no me lo tomo como un éxito. Para mi el éxito de esta segunda sería que la gente salga pensando que qué maravilla haber hecho esto, y que ojalá haya una tercera.

Berto Romero: En cualquier caso el tema de la relación de la película con la realidad, sucede una cosa que los catalanes llamamos «vol i dol«, que traducido significa algo que quiere pero duele. Le puede ir bien a la película pero continuamente tienes que tener en cuenta que la película no es deudora de la realidad porque es hija del momento en el que se escribió. Y como la realidad política es tan cambiante y tan frenética, y a veces da giros en días incluso en horas, es muy difícil este maridaje que se produce entre una peli que se llama Ocho apellidos catalanes y la vida, que por sí misma va a toda velocidad.

DR: A mi personalmente me parecería muy triste que esta película, cuyo único fin es el de divertir y hacer a la gente un poco más feliz, se politizara y se cogiera como instrumento de política. Hacer política de esto es injusto. En todo caso, si esto ayuda a quitar hierro a la temática catalana, bienvenido sea, pero aquí no venimos a salvar el mundo.

BR: Es muy pretencioso que la película quisiera eso. Alguien nos decía si esto podía ayudar a suavizar las tensiones; y mal vamos si queremos que esto ayude. Es como si Anacleto, hablando desde mi experiencia,  alguien me preguntara si eso fuera a ayudar contra el terrorismo internacional.

 

Ocho apellidos catalanes

 

P: ¿Y cuál es vuestra opinión de la actualidad política como personas, o como en tu aso Berto, como catalán?
BR: Yo como catalán no hablo porque no estoy capacitado para representar la opinión de nadie porque no he sido refrendado en las urnas. En cuanto a la mía personal, voy a hacer uso de algo que me enseñaron mis padres que es ser cauto y no abrir la boca cuando mi opinión pueda ser instrumentalizada en uno u otro sentido. Lo que menos necesita Cataluña ahora mismo es que otro catalán abra la boca para hablar en su nombre o para opinar sobre ella. Es un acto de amor lo que hago ahora mismo.

CL: Yo sobre ese tema lo único que voy a decir es que me encanta Cataluña, y ya está.

 

P: Tu personaje no es tan representativo de la catalanidad, sin embargo el de Rosa María Sarda sí
BR: Me da la sensación que los guionistas han intentado repartir los atributos de una supuesta catalanidad entre los dos personajes. Pau -mi personaje- puede acercarse a esa Cataluña que quiere ser moderna y cosmopolita, y a veces puede pecar de postureo. Mientras que la yaya representa esa esencia de la señora mayor que se hace la tonta pero tiene a todo el mundo muy calado. Y aunque asuste de primeras es una persona transigente y no hace daño a nadie. Pero vamos, eso habrá que preguntárselo a Borja (Cobeaga) y Diego (San José). YO eh intentado hacer un personaje que con lo que se me daba en el guión fuera lo más tierno y creíble posible.

 

Karra Elejalde y Dani Rovira

 

P: ¿Os habéis enfrentado a esta película con presión dado el éxito de la primera?
BR: Es que en el rodaje se crea un clima muy de colegueo y se trabaja sin presión. Luego te das cuenta que a lo mejor es cuando nos lo recuerdan.

CL: Sí que es verdad que lo notamos durante el día que se hizo la rueda de prensa en mitad de rodaje, que de repente se convocaron a 62 medios. Fue una rueda de prensa muy loca porque no podíamos decir casi nada de la película, y recuerdo que durante un par de días todo el equipo estaba con esa presión. Pero luego Emilio ya encargó de calmar el tema.

DR: Son ocho semanas, y es verdad que sí hicimos un poquito más de esfuerzo para crear a esa burbuja que existe en los rodajes para no envenenarnos ni presionarnos, ya sea por causa de la prensa o por la misma gente que vivía en el sitio donde se rodaba. Éramos muy sensatos para pensar que parte del secreto de éxito de la primera fue el ambiente de rodaje. Tú puedes hacer muy buena promoción, pero las semanas de rodaje luego es un porcentaje muy alto de lo que luego el público va a ver.

CL: Y aparte es curioso, porque da rabia que algo tan maravilloso y tan positivo como lo que pasó en ‘Ocho apellidos vascos’ se vea como negativo. Parece que tuvieran que estar peleadas la primera con la segunda ¡Si son hermanas!

BR: Yo ahora estoy dentro pero viví fuera el fenómeno de la primera parte, pero me da la sensación que está pasando algo curioso: la primera sin pretender nada lo tiene todo y esta es una película que tampoco pretende nada pero se le exige todo. Es verdad que el público ha cambiado mucho porque ya no es virgen con esta nueva; el público es muy celoso de sus cosas, y el éxito de los Ocho apellidos vascos se le debe a él. Tengo curiosidad por ver esto. Si se consiguiera ver ésta con una mirada tan inocente como se vio la primera, seguramente descubriríamos que son dos películas muy parecidas.

DR: De hecho la presión, la tiene que tener el público ahora. Él hizo ese récord, a ver si ahora tiene los santos cojones de superarlo. Nosotros hemos hecho una película que puede ser igual o mejor, así que id a darles esa presión a ellos (ríe).

 

Clara Lago, Dani Rovira y Karra Elejalde

 

P: Y además, entre los piropos de la primera, se dijo que había reconciliado al público con el cine español, ¿Eso va en contra de la secuela?
CL: No, pero a ver, yo si algo le pidiese al público es que no vaya con a idea de comparar. Esto nos viene mucho por parte de la prensa, pero a quien hay que preguntarlo es al público. Porque igual estamos pensando que todos van con la idea de verla peor que la otra.

DR: ¡Es que es peor para él! Si vas con la idea de pensar que va a ser mala, pues que la disfrute. Va a pagar el dinero de la entrada, así que qué menos de dejarte contagiar con la idea de pasar un buen rato, mejor que ver las grietas.

BR: El sobreanálisis no es bueno. Y las expectativas, como he dicho en otras entrevistas, son el asesino de la diversión. Esto pasa con las cosas que nos gustan, eso que los americanos llaman el hype que va muy bien para vender las cosas, pero inevitablemente nos crea una decepción, porque es como cuando te prometen un gran polvo y no. A la gente le va a gustar un 40% menos si va con la idea de que le va a gustar más. Así que luchad contra vuestras emociones y sed puros y sed neutros, queridos amigos.

Acerca de María Aller

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Madrileña. Comunicadora. Periodista. Sagitaria. Bonne Vivante. Cine. Y festivales, series, libros, cocina, deporte... recomiéndame!

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