Daniel Ribeiro dirige A primera vista, una historia de amor  en el mundo adolescente. La etapa de los descubrimientos, de reencontrarse a uno mismo, de querer más independencia, de las nuevas sensaciones… Eso es lo que experimenta Leonardo, un chaval de 15 años. Es ciego, pero él se siente como todos los demás. La película cuenta con un carácter muy intimo que el cineasta, en su estancia en Madrid, nos ha explicado y detallado.

P: ¿Qué querías contar con A primera vista?
R: Lo principal era hablar sobre el descubrimientos de la sexualidad. Ese era mi punto principal. Quería hacer una película destinada a los jóvenes que están descubriéndose y tratarlo desde un punto de vista positivo y enseñar la homosexualidad como algo natural y normal. El hecho de escoger un personaje ciego era para transformar la sexualidad, porque siempre se ve como algo negativo o una perversión, para transformarlo en algo más delicado y más sensible.

P:El cine de adolescentes suele tener una cara más amable. Y esta en cambio contiene una mirada más dura.
R: Quería que se tratase a la vez cosas simples pero que a la vez son complejas. Y la sexualidad a veces no es fácil de entender. En ese sentido quizá sea algo más duro o difícil. Pero me interesaba tratar temas relevantes y le daba importancia a tratarlos con respeto, sobre todo respeto a los jóvenes, porque muchas de las películas sobre ellos, hablan desde una perspectiva de adulto, y se percibe todo como si fueran tonterías; como si «aquello de esos años era tan fácil», y no. La adolescencia la vives como algo difícil y los momentos como el primer beso, provocan a uno una gran ansiedad. Traté de reflejar mucho respeto hacia el sentimiento, hacia su grandeza y fuerza.

P: El protagonista es ciego y se convierte un héroe que supera barreras, y parece ver cosas que los demás no ven. ¿Esto era otra metáfora?
R: Sí, tal vez un poco (ríe). Hay cosas que desde el punto de vista de un adulto no se ven y tal vez Leonardo, al ser ciego revela cosas y sentimientos que a veces no percibimos, o nos pasan desapercibidos.

P: El filme tiene además una parte didáctica, que es la que va dirigida a los padres…
R: La forma de construir a los personajes de los padres era sobre todo respetando los sentimientos. Si se ve desde el punto de vista de Leo, los padres pueden aparecer represivos o sobreprotectores. Pero desde su punto de vista se les entiende porque tienen un niño ciego al que quieren, al que han cuidado y protegido y que se está haciendo independiente; ese es un proceso muy difícil. Pretendía plasmar esa universalidad, porque cualquier progenitor se identifica con ese padre aunque su hijo o hija no sea invidente. Ese proceso del paso de la adolescencia a ser adulto es difícil y aun así, al haber un personaje ciego, esa relación se muestra de forma más evidente. Pero tal vez ese proceso un padre que no tenga un hijo ciego no lo percibe tanto; es menos brusco, más natural, pero sí quería hablar de ese hecho de ser padres.

P: La fotografía con esas luces tan blancas está muy definida. Va acorde con la historia,
R: Sí. Quería que fuera una película clara, y que estuviera relacionada con la levedad. Eso lo refleja el tono de la película. Leonardo es un chico ciego y gay, que no ve aún eso sea un problema. Quien lo ve como un problema tal vez sean los padres y su amiga Joana, pero él ve su vida normal, porque siempre fue así. El color y la luz reflejan también ese espíritu de Leonardo. Además lo hice así para que no se convirtiera en una película pesada, que fuera más ligera, que trata del amor y del descubrimiento.

P: En los dos últimos años ha habido varias películas de descubrimiento sexual, como La vida de Adèle o la también brasileña Beira-Mar ¿Puede ser una tendencia?
R: Sí que existen en Brasil muchas películas que están haciendo de temática LGBT. Hay muchos cineastas gays y eso se ve reflejado en sus películas. El año pasado en Berlín, de cuatro películas brasileñas tres, trataban de temática gay: Pria do futuro, Castaña y la mía. El año anterior fue Tatuagem. Sí que puede que mi película esté dentro de esa corriente sobre esa temática en Brasil. Pero es un fenómeno que pasa por todo el mundo. La lucha de los derechos LGBT se reflejan en las películas. Por un lado están los militantes que levantan banderas y por otro lado están las películas ayudan a esclarecer la temática y eso genera que haya una mayoría de persona que esté militando a favor de esos derechos y se traduce a congresos, medidas políticas que defienden esta lucha.

P: Esta es una película independiente que no está al alcance del gran público. ¿Qué habría que hacer para educar a ese gran público?
R: Es difícil porque hay cierto tipo de película que quedan restringidas a un publico menor. no son como los grandes blockbusters de grandes presupuestos llenos de estrellas. Son películas grandes que suponen grandes beneficios. Pero las películas pequeñas tienen otra función. Sin embargo, A primera vista sí que fue muy bien recibida y tuvo mucho éxito en Brasil para lo que es. Funcionó muy bien. Se ha hablado en medios de comunicación, los actores se han hecho famosos y se les ha contratado para otras cosas. Algunas consiguen salir. Tuvo mucha repercusión a pesar de tratar un argumento complejo. Pero al tratar la deficiencia visual y ser tratado de forma didáctica, hace que sea una película sencilla y que se acepta y se va a ver.

P: ¿Vas a seguir con esta temática en tus próximos proyectos?
R: Estoy escribiendo, tengo un proyecto en mente pero todavía no lo he definido exactamente. Probablemente no siga con temática adolescente, pero sí con personajes LGBT, porque quiero mantener ese universo.