Pues como apuntamos en el artículo dedicado al sexto volumen de la colección, Neon Genesis Evangelion ha dejado para el último tomo la resolución del interrogante más importante de todos: la decisión de Shinji. Porque mechas, conspiraciones sobre el fin del mundo y metáforas bíblicas a un lado, lo más importante es descubrir cuál es la visión de la vida que tiene Shinji. ¿Su mirada guarda esperanza o está tan rota como la de su padre?

«Aunque mueras… esto no es el final«

Y es que al final todo se ha terminado sintetizando (que no reduciendo) en una cuestión de emociones, de sentimientos. Por tal motivo este último tomo tiene un cariz mucho más metafórico y onírico que cualquiera de los anteriores. La acción proveniente de los capítulos anteriores (con Asuka al borde de una dramática derrota) se resuelven con relativa prontitud. A medida que la humanidad va llegando a su aparente final el relato se va desapegando de una narrativa lineal y abraza los símbolos e imágenes imposibles para mostrarnos el corazón y la mente de Shinji.

Mientras el mundo se debate entre morir (tal como es) o renacer, Shinji y Rei viajan por los recuerdos de este para descubrir qué es lo que desea realmente en última instancia. Es en estos momentos finales donde los autores se sumergen más en los padres de Shinji y vemos que hasta un tipo taciturno y casi villanesco como Gendo tiene su corazón.

El cambio de tono de este acto final justifica (y excusa) la ausencia de explicaciones para ciertos aspectos que los autores ya consideran accesorios para el devenir de su relato. Y como ya dijimos en el artículo anterior, los aspectos clave de la trama estaban todos ya descubiertos. En este sentido la resolución es satisfactoria con el lector, que ve resueltos gran parte de los interrogantes.

Hay otras cuestiones, eso sí, de un carácter más interpretativo que quedan a criterio del lector, aunque más o menos los autores dirigen dichas interpretaciones en un mismo sentido. En ningún momento se nos deja vendidos, aunque es cierto que quien busque algo muy concreto y tangible puede llevarse una pequeña decepción.

En último término, a través de Shinji, Neon Genesis Evangelion nos invita a reflexionar sobre el valor que le damos a la vida y a nuestras relaciones. A pesar de todo lo que pueda parecer, Yoshiyuki Sadamoto y Khara conciben una obra profundamente optimista.

Este tomo final se complementa con una breve historia que nos traslada varios años atrás y que nos propone una interesante relectura en torno a la relación entre algunos de los principales personajes de la aventura.