«Es un buen momento para enterrar el hacha de guerra«

Cuarto volumen de una de las series más sorprendentes (para bien) de todo el catálogo de Norma Editorial. Vale que con la cantidad de obras que sacan a lo largo del año tiene que haber de todo (bueno y malo, raro y común, divertido o aterrador…), pero la verdad es que al ver las portadas de Violence Action cualquiera enmarcaría esta obra dentro de las del género gyaru (sobre chicas japonesas generalmente más preocupadas por su aspecto y por pasarlo bien que por otros menesteres) en lugar de encontrarnos con esta dramedia que mezcla asuntos propios de las comedias de situación con elementos de corte costumbrista y un trasfondo violento y oscuro terrorífico. El manga de Renji Asai te atrapa desde el primer volumen y ya tenía ganas de poder hablaros de esta cuarta entrega de la colección.

Ya lo dije en el pasado, pero lo vuelvo a repetir. Este manga puede enganchar a través de una serie de tramas que se entrelazan y van haciendo crecer a sus personajes, pero enamora a partir de esos capítulos breves que tienen la virtud de hacer que le cojamos cariño a la protagonista o a cualquiera de sus conocidos o, si el autor tiene el día tonto, pueden hacer que se nos pongan todos los pelos de punta. Es el caso de la breve historia con la que comienza este tomo, que nos hace sentir una gran simpatía por Watanabe, pero que deja muy claro lo oscuro que es el mundo en el que este chaval ha ido a parar sólo por acompañar a nuestra protagonista.

«Ya te he dicho que no intentes oponer resistencia«

Más compleja es la historia que le sigue. En ella, una Kei acatarrada ha de proteger a un policía de una banda de asesinos que ocultan sus huellas en los desastres naturales que ocurren de cuando en cuando en tierras niponas. Tormentas, huracanes, corrimientos de tierras… son fenómenos de la naturaleza tras los que la gente suele ser un poco más descuidada al investigar y ofrecen a esta banda el momento perfecto para disfrazar sus crímenes de terribles accidentes. Nos ofrece a partir del tercer capítulo de este tomo Asai un juego del ratón y el gato, una partida de caza, en la que todo parece ponerse en contra de nuestra protagonista y de su ‘protegido’. Esto obliga a Kei a asociarse con aliados inesperados y a seguir evolucionando al tiempo que el mangaka nos presenta a una nueva galería de personajes interesantes y siniestros.

Violence Action #4

Las apariencias engañan y tras las alegres portadas de Violence Action se esconde un seinen profundo y tenebroso que explora lo más bajo de la sociedad a través de los ojos de una en apariencia pura e inocente asesina implacable. Norma esconde en su catálogo auténticas joyas como ésta y merece la pena que de cuando en cuando los que nos dedicamos a esto aplaudamos con fervor que haya editoriales que nos las traigan a España. El cómic termina con otra historia corta, una de corte mucho más dulce (y nunca mejor dicho) que, sin embargo, no hace sino incidir en el terrible pasado que esconde uno de los personajes de este manga. Así es Violence Action. Y por eso nos encanta.