Adaptarse o morir. El cine está evolucionando a marchas forzadas para adaptarse a una sociedad cada vez más exigente. Butacas reclinables, sonido envolvente o, como vimos ayer en los cines Kinépolis de Ciudad de la Imagen, experiencias que van más allá de la imagen y el sonido tratan de ofrecer al espectador experiencias que van más allá de la película en sí y convierten la peregrinación hacia las salas de cine en algo distinto, más intenso y memorable.
Turismo Lanzarote y Top Tourism, en colaboración con Logitravel e Iberia Express han sabido ver las posibilidades que ofrece esta nueva manera de enfrentarse a las cámaras y han creado un spot (o un cortometraje) que nos lleva de la mano a la isla de la provincia de las Palmas permitiéndonos adentrarnos en ella de una manera completamente inmersiva desde el momento en el que nos montamos en el avión y hasta que nos sumergimos en las aguas de sus playas, visitamos su rica geografía o disfrutamos de su amplia oferta cultural.
Tras disfrutar del corto, Universal Pictures nos ofreció a los asistentes un pase en exclusiva de la película Fast & Furious: Hobbs & Shaw, spin-off de la conocida franquicia con dos de sus personajes más carismáticos. La cinta, una auténtica gozada para los fans de la saga que incide en sus principales puntos fuertes y tiene la gran virtud de no terminar de tomarse en serio a sí misma en ningún momento, exige bastante al espectador que va a verla en una sala de 4DX. Las constantes peleas, persecuciones y explosiones hacen que la experiencia de ir al cine se convierta también en algo parecido a ir a un gimnasio. Es una gran idea el salirse de la imagen y el sonido en la búsqueda de la inmersión en el celuloide, pero a veces la cantidad de sensaciones a procesar resulta demasiado intensa y distrae de lo que el espectador ha ido a ver al cine. Con todo, en muchos momentos la tecnología que tiene Kinépolis nos permitía sentir que estábamos ahí, tanto en el cortometraje sobre Lanzarote como en el filme que vino a continuación.
La técnica coreana que utilizan estas salas aún debe pulirse para que acompañe al espectador en lugar de agitarle como a una lata de Coca-Cola, pero su mera existencia es una buena noticia que nos habla de los esfuerzos de la industria del cine por sacarnos de casa y mantener vivas las salas en las que hemos disfrutado de algunas de las cintas que han marcado nuestras vidas.
Deja un comentario: