«Al principio sólo había oscuridad«

Este es un mensaje para todos aquellos que desembarquéis en La Guerra de los Reinos sin haber leído antes la etapa de Jason Aaron al frente de Thor: Respirad tranquilos, podéis disfrutar de este crossover aún así. Aunque vuestras vidas estén un poquito más vacías. Aunque os falte algo de épica. Aunque os hayáis perdido, en definitiva, una de las mejores (si no la mejor) etapas de las aventuras del dios nórdico en la Casa de las Ideas.

Y es que desde que Aaron recogió el testigo del personaje (¡en 2012!) su sello ha resultado inconfundible y sus historias han llevado al dios del Trueno a lo más alto (como sucesor de Odín, destinado a repoblar la Tierra) para luego arrastrarlo por el fango de la indignidad, pasarle el testigo a una Jane Foster que ha encarnado a uno de los Thor más maravillosos de todos los tiempos (OJALÁ Marvel se atreva a llevar esta historia a la gran pantalla con la película que supondrá el regreso de Natalie Portman) y, en definitiva, a generado siete años de historias que han conducido, desde el principio, al cómic que tenéis ahora entre manos. Malekith, Roxxon, Laufey… han estado conspirando, maquinando e invadiendo reinos durante años para acabar en la Guerra de Guerras que se desata en Midgar, el último reino en pie.

«Y el hombre sin miedo reprime un escalofrío«

El relato que hemos podido leer entre líneas durante los últimos años no podía ser más escalofriante por sus paralelismos con el mundo real. Malekith y los suyos han ido invadiendo más y más tierras mientras que el parlamento que aúna a las principales razas de cada uno de los reinos se ha limitado a mirar a otro lado hasta que ha sido imposible… y entonces se ha disuelto. El elfo oscuro, como ciertos gobernantes de hoy en día, ha actuado con impunidad mientras que las naciones teóricamente defensoras de la libertad se han limitado a chasquear la lengua y regañarle por lo bajini. Y así hemos llegado a donde estamos hoy. Asgard ha caído, el reino de los enanos ha caído, los elfos de la luz han sido aniquilados, los demonios y los gigantes de hielo han jurado vasallaje a cambio de conservar la vida… Y ahora le toca a la Tierra y a sus héroes rendirse o caer luchando en una guerra que hubo mucho tiempo para detener, pero que ahora resulta del todo imposible.

La Guerra de los Reinos #1

Comienza suave este épico choque, pero démosle tiempo y espacio a Aaron, un auténtico experto ya a estas alturas en manejar grandes cantidades de personajes y lanzarlos a batallar por el destino de la humanidad. Con todo, no podía cerrar este artículo sin mencionar el rediseño que ha metido Panini a nivel internacional en sus grapas. En un momento en el que los que seguimos también las series de la Distinguida Competencia nos quejamos amargamente de la ausencia de una reflexión editorial (o ¡qué menos que un breve resumen al principio de cada entrega!) al final de sus entregas mensuales, la editorial que se encarga de Marvel en nuestro país amplía (e incluso duplica cuando es menester) el espacio dedicado a estos textos, que son una fuente de conocimiento, una manera perfecta de enterarnos de dónde vienen y hacia dónde se dirigen nuestros personajes favoritos y un reclamos estupendo para releer los clásicos básicos de cada editorial. Así se hace Panini.