«Alabad al padre Neptuno«
El viaje de regreso de Namor al que otrora fuera su reino se ha convertido en una gira por los lugares más recónditos, oscuros y tétricos de los siete mares. Cada nuevo candidato a rey / emperador nos ha ido demostrando, a su vez, estar más loco y más entregado a una guerra que promete ser más destructiva para los habitantes de las profundidades que para cualquiera de sus enemigos. Lo que una vez fue Atlantis, ahora se retuerce y se adentra en una senda de autodestrucción ante la que Namor no parece tener nada que hacer… Todo esto me recuerda poderosamente a lo que Jason Aaron ha hecho con el Castigador, derribando su mundo hasta los cimientos ara ver qué se puede construir a continuación.
A no ser… El guionista que nos conquistase con su visión de la pedagogía según Lobezno hace lo que todos sospechábamos que terminaría haciendo y enzarza al mutante en una batalla de él solo contra siete ejércitos porque, si nadie es digno de heredar su corona… ¿qué otra cosa puede hacer? Lo que le sigue, como ya sospecharéis, es una auténtica sobrada en la que a Namor le cosen a espadazos, le golpean hasta dende no da la luz del sol y el tío va y lo aguanta todo porque uno de sus poderes debe ser el de sólo sangrar cuando de verdad se lo propone. Cosas de atlantes.
«Debería haber llorado. Abrumado por la vergüenza y el arrepentimiento«
Lo bueno es que, después de tanta fiesta del trinche, Aaron sale con una solución para toda la situación atlante que, en pleno 2025, casi da risa que no se hubiera propuesto hasta ahora. se trata, además, de una solución que permite evolucionar a todo este imperio marítimo y, quién sabe, puede que lo ponga definitivamente en el mapa marvelita como ya ocurrió con otras naciones ficticias como Asgard o Wakanda. Lo raro de todo este nuevo panorama es que deja al propio Namor en una situación que, si bien le da la libertad para actuar según le plazca, lo coloca en un extraño segundo plano en la actualidad atlante que no termino de entender. En plan: llego, os impongo la solución, pero no me quedo para ver si se aplica o no o si es la respuesta que el pueblo atlante necesitaba… No sé, me suena a huida por patas.

Namor: El Último Rey de Atlantis #3
Marvel le encargó a Aaron que hiciera con Namor algo parecido a lo que hizo con Pinusher, con el agravante de que al príncipe submarino había sido él mismo el que le había metido en un fregado que no necesitaba el personaje. Tras leer los tres tomos en los que Panini ha dividido la historia me quedo con la impresión de que hay muy buenas intenciones (y el futuro puede pintar muy guay para los atlantes), pero que no se ha puesto con esta colección el mismo empeño que se puso con la que venía a resignificar el papel del asesino de criminales.
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