El ser humano vive en una continua búsqueda de respuestas a los misterios de la creación al mismo tiempo que necesita, de una manera inconsciente, que algunas cosas sigan resultando inexplicables. Por eso nos han gustado siempre las historias al calor de la hoguera de campamento y por eso siempre han proliferado los libros, películas y series que ahondan en los misterios insondables del alma humana y en sucesos que desafían las reglas de la lógica y la realidad. Más Allá del Límite, Cuentos Asombrosos, Expediente X, Black Mirror… Podríamos estar un buen rato enumerando títulos que se agarran a esta necesidad de nuestro subconsciente, pero antes que muchos de ellos siempre estuvo The Twilight Zone (la Dimensión Desconocida en nuestras tierras), con su melodía inconfundible y la voz grave de Rod Sterling, su creador y narrador. Ahora, la serie vuelve a nuestras pantallas de la mano de uno de los directores de cine de género del momento (Jordan Peele) y a uno de los bastiones de las producciones de ciencia ficción y terror de nuestro país (el canal Syfy).
Para presentarnos esta nueva etapa de la mítica serie, el canal temático nos ha reunido en Madrid a los medios para proyectar dos de los diez capítulos que formarán la primera temporada (la serie ha renovado para una segunda en Estados Unidos), que ahora mismo pasamos a desgranar para vosotros:
- Rebobina (Replay): El primer capítulo proyectado no está ni escrito ni dirigido por el realizador de Déjame Salir o Nosotros, pero bien podría haberlo firmado él ya que tiene algunas de sus principales señas de identidad: habla de la familia, maneja bastante bien la atmósfera y tiene un fuerte componente de reivindicación racial. La historia clásica de bucles temporales y las decisiones que nos pueden permitir salir de ellos (tenemos muy cerquita Russian Doll como para considerar este planteamiento como original) gana con la estupenda actuación de un Glenn Fleshler (en el papel del agente Lasky) al que da gusto odiar y pierde cuando se limita a cerrar la acción con un discurso cursi y manido que, aunque sea muy necesario, no se encuentra en el ambiente ni el momento adecuado para aparecer. El racismo de un personaje ya lo hace odioso sin que nadie tenga que subrayarlo al final con una moralina. Es como cuando te cuentan un chiste y, antes de que te rías, te lo explican. Pierde su sentido original.
- Pesadilla a 10.000 metros (Nightmare at 30,000 Feet): El segundo episodio del evento es un homenaje al capítulo más conocido de la serie original. Escrito en 1961 por Richard Matheson (Soy Leyenda, El increíble hombre menguante) y adaptado para televisión en 1963, «Pesadilla a 20.000 pies» nos puso en la angustiosa situación de un pasajero que es el único que ve como un monstruo sabotea el avión donde viaja. Referenciado en infinidad de ocasiones (quizás recordéis a Bart Simpson en esa misma situación en un autobús escolar) esta nueva adaptación deja al monstruo de lado para darle un giro completamente distinto: un pasajero es informado por medio de un podcast de los acontecimientos terribles que le esperan a su avión, y debe impedirlo investigando a los pasajeros. El ritmo está bien llevado y la dirección y narración le dan un ambiente irreal, como de cuento, que recuerda en parte a la serie clásica. Incluso hay pequeños momentos de humor y algún detalle para fans. La serie además mantiene su pilar clásico de dar una pequeña moraleja retorcida sobre los problemas del comportamiento humano. Muy entretenido, veamos a ver hacia dónde avanza el viaje por la Dimensión Desconocida.
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