«Pero la vida en esta jaula es muy apacible«

Algo deben tener los gatos, dentro de su indiferencia, sus andares y su comportamiento a medio camino entre la domesticación del perro y el salvajismo del tigre. Algo deben tener para que sus dueños se vuelvan locos con ellos y estén siempre dispuestos a contarnos las hazañas del o de los suyos. Neko Damari, cuyo primer volumen nos trae ahora Odaiba Ediciones, es la enésima publicación que se dedica a retratar el día a a día de estas bestezuelas y de sus mascotas: los humanos. La Abuela y su Gato Gordo, El Dulce Hogar de Chi o, ya en términos de cómic de producción nacional, el Miau de José Fonollosa son algunos de los muchísimos títulos que pueblan nuestras librerías con estos felinos como protagonistas.

Neko Damari (o Nekodamari, no me queda muy claro) va a gustar mucho a quienes ya hayan disfrutado de otras publicaciones similares y, sencillamente, no está destinado al consumo del resto. Es un manga de gatos y ellos son los absolutos protagonistas, así que su dueña se convierte en poco más que un adorno, un personaje muy secundario destinado a que no se aburran ni se mueran de hambre en el paraíso que es el pequeño apartamento en el que conviven los cuatro que vemos en la portada de este primer volumen. Las aventuras de estos personajes peludos las reconocerán muy bien quienes tengan o hayan tenido alguno de ellos por mascota y la existencia de estos tres nos asegura una representación de gran parte de los tipos de gatos según su comportamiento. De hecho, Goumoto se basa en su propia mascota para dar vida a Mini, el gato más impulsivo y activo de esta terna.

«La mesa del comedor es un campo de batalla«

Por lo demás Neko Damari no va mucho más allá de ser un estudio bonito y divertido de cómo dibujar gatos en diferentes poses y situaciones. Goumoto nos regala un dibujo atractivo y la lectura de este primer volumen se hace ágil y amena, aparte de ayudarnos a empatizar con personas que viven a miles de kilómetros de nosotros y que, en su relación con sus gatos, se parecen a nosotros mucho más que lo que las diferencias culturales y lingüísticas podrían sugerir a primera vista.

Neko Damari #1

Odaiba Ediciones incluye una bonita postal de regalo con este tomo para hacer más atractiva la compra de un manga que lleva ya cuatro volúmenes en su país de origen. Ojalá, de verdad, no fuera alérgico a la saliva de los mininos, porque tras la lectura de este cómic me entran ganas de tener uno en casa.