No suelo ser un voraz consumidor de cómics, pero la presencia del nombre del director Darren Aronofsky (Réquiem por un sueño, 2000) en la portada de papel couche de Noé llamó mi atención. Leí la primera entrega, no me disgustó, y es por ello que aquí me encuentro comentado el segundo volumen.
Esta segunda entrega del díptico, comienza justo después que caiga la primera gota del diluvio universal. La batalla entre los supuestos ángeles desterrados de Dios y los humanos es el reclamo más interesante de una historia que al igual que film, pierde algo de fuerza según pasamos las hojas. Para los que hayáis visto la película es una manera interesante de revivirla y además profundizar un poco en aquello que se quedo fuera del metraje. Hay algunos cambios conforme la versión en celuloide, como el repudio de Noé a su hija embarazada. El proceso es más largo y no se quema ninguna balsa como ocurría en el film.
Darren Aronofsky y su amigo Ari Handel (productor de muchas de sus cintas) firman el guion tanto de este díptico como del la cinta. Para ilustrarlo han fichado al canadiense Niko Henrichon conocido por haber trabajado en algunas emblemáticas series de Marvel como Los Cuatro Fantásticos o X-Men. El trazo del dibujo parece algo sucio (técnicamente hablando) y con colores muy pálidos. Se cuida mucho los detalles y en las viñetas de acción es necesario detenerse para poder sacar matices.
En resumen, a quienes os gustó la película y queráis profundizar un poco más en la versión que Aronofsky dio sobre este mito bíblico, el díptico de Noé es una muy buena e interesante opción, lo vais a gozar. En cambio, aquellos que como el que escribe estas líneas, no salió muy contento de la sala de cine, e intentó ver hasta donde llegaba la magnitud del proyecto, este volumen no terminó de interesarle del todo como sí ocurrió con el primero. Aunque también puede ser que este se editó después de haber visto la irregular cinta del director neoyorquino, y ya todo carecía de sorpresa.
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