Este segundo tomo de las aventuras de Capitana Marvel escritas por Kelly Thompson viene a funcionar como secuela directa de El Nuevo Mundo, volumen con el que Panini Cómics abandonó el formato grapa para devolver a Carol al formato tomo. Decisión motivada por las ventas de la colección, pero una decisión que le sienta bastante bien, pues nos permite disfrutar de arcos completos.

«Tú siempre encuentras otra manera, Carol. Creo en ti«

Precisamente por eso, por recoger arcos completos, quizás Magia extraña puede parecer un tomo bastante corto (recoge solo cuatro números). Por eso y porque Kelly Thompson está creando una de las etapas más interesantes de las que ha gozado Carol Danvers hasta la fecha. Coqueteando incluso con la «reinvención» de la vengadora orquestada por Kelly Sue DeConnick hace ya nueve años.

La autora parece haber dado con el equilibrio ideal entre las obligaciones superheroicas de una vengadora de poderes casi divinos y el día a día con los dramas cotidianos con los que cualquiera podemos identificarnos. Los problemas de autoestima que parecían intrínsecos a Caol, parecen ya algo lejano y Thompson aborda los conflictos internos de la protagonista desde la perspectiva de la responsabilidad, llevando el mantra de Spiderman «un gran poder conlleva una gran responsabilidad» a niveles que destrozarían a cualquiera que no fuera Danvers.

Pocos personajes pueden hacerse cargo de las preocupaciones de la Capitana. Uno de ellos puede ser Doctor Extraño, de ahí que el hechicero supremo se deje caer por estas páginas y le aporte a la Capitana su visión de las cosas. Además de llevarla a unos territorios que le son poco familiares. Siguiendo los acontecimientos (y secuelas) del volumen anterior, Carol está más decidida que nunca a acabar con la amenaza que representa a Ove para el futuro de La Tierra. Cabezota como ella sola, parece no haber aprendido nada de la segunda guerra civil marvelita y cree a pies juntillas que el futuro apocalíptico que vivió en sus carnes, será una realidad.

La lucha interna entre la razón y el corazón y la determinación de frenar la posible amenaza, lleva a la vengadora a hacer grandes sacrificios personales y a formar extrañas y mágicas alianzas. Thompson plantea un escenario que no solo le permite jugar con la heroína en contextos en los que está fuera de lugar, sino que refuerza su red de seguridad, encabezada por Jessica Drew y James Rhodes.

La guionista tomará buenas o malas decisiones (su etapa no ha estado extenta de algunos vaivenes), pero no cabe duda de que siempre busca aportar algo y no encadenarse a los lugares comunes de siempre. Y explosiva ampliación de su galería villanesca (no hay nada como sacar a los personajes de su elemento -héroes o villanos- para demostrar realmente de lo que son capaces) promete ofrecer sugerentes historias al futuro.