La paranoia ante un hipotético ataque efectuado desde las sombras y el derrumbamiento de la sociedad en favor de la invasora ha sido una constante en occidente desde el final de la Segunda Guerra Mundial y el alzamiento de la URSS como gran potencia mundial. Primero fue la amenaza soviética, que llevó a iniciativas como la Guerra de las Galaxias o a episodios críticos como la crisis de los misiles en Cuba o al despertar ciudadano provocado por la Guerra de Vietnam. Con la caída de la URSS y la globalización la amenaza ha mutado a una doble vertiente: la integrista islámica cuyo poder se ha materializado en ataques terroristas y guerras sinsentido en Oriente Próximo, y la china, más «peligrosa» y plausible que la comunista, ya que su ocupación no sería tanto en términos bélicos, como económicos (tal como podemos apreciar en nuestro día a día).
Este miedo a la invasión externa ha sido un filón para la cultura popular desde hace mucho tiempo y la ciencia ficción, con su carácter metafórico, ha sido siempre la mejor herramienta para expresar esos temores. No hay más que echar un vistazo a la producción cultural de los 50-60 en plena efervescencia anticomunista para darse cuenta.
Así, recogiendo todo ese legado, Brian Michael Bendis ha orquestado uno de los acontecimientos más elaborados y aterradores de la historia reciente del universo Marvel: Invasión Secreta. ¿Qué pasaría si los skrull hubieran ideado un plan durante años para invadir La Tierra? ¿Y si ese plan hubiese consistido en infiltrarse entre nosotros, haciéndose pasar por familiares y amigos? ¿Y si iniciado el plan de ataque para conquistarnos no pudiéramos fiarnos de nadie?
Films como Están vivos (John Carpenter, 1988), La invasión de los ladrones de cuerpos (Don Siegel, 1956) y sus remakes, La guerra de los mundos (Byron Haskin, 1953 / Steven Spielberg, 2005), Han llegado (David Twohy, 1996), The Host (Andrew Niccol, 2013)… han abordado estas cuestiones desde distintos puntos de vistas y con los más variados resultados. Es un tema con mucho potencial, una amenaza invisible capaz de llevar a los humanos resistentes a la mayor de las desesperaciones y a la mayor de las heroicidades. Todo un filón que el universo Marvel no podía dejar escapar. Menos aún cuando especies belicosas como los kree y los ya mencionados skrull (artífices de esta invasión) siempre habían supuesto un peligro para la vida de La Tierra.
Crossover orquestado desde hacía bastante tiempo y cuyos antecedentes y primeras pistas de que algo extraño estaba sucediendo ya estaban ahí desde sagas como Dinastía de M, Invasión secreta supone un punto y aparte en el universo Marvel, al nivel de lo acontecido en Civil War (que también funciona como antecedente de esta). Sus consecuencias cambiarían las reglas del juego, como podemos comprobar en la siguiente gran etapa: Reinado Oscuro. Pero eso ya es otra historia.
Centrados ya en el tomo de Invasión secreta, la historia arranca con el inicio de las hostilidades en La Tierra. Como decía, en las sagas precedentes se iban dejando sutiles rastros de la infiltración skrull en el planeta, por lo que Bendis no ha tenido que dedicar mucho tiempo a preparar la llegada en este volumen. Desde el principio las cartas están sobre la mesa, y la emoción está en descubrir quién es skrull y quién no. En medio de la inminente batalla encontramos a Iron Man en lo que es el inicio de su cuesta abajo en Reinado Oscuro, Reed Richards (no olvidemos que los skrull hicieron su primera aparición en Los 4 Fantásticos) y Jessica Drew, en un papel que nos evoca al trabajo de Bendis y Brian Reed en la reimaginación de sus orígenes.
A pesar de que la narración comience en una suerte de in media res, no es muy complicado coger el hilo. En este sentido funciona como cualquiera de las películas que usaba como ejemplo hace unos párrafos. Los alienígenas están ya aquí, ahora lo importante es detener sus planes de conquista y salvar a la humanidad. Cierto que hay algunos detalles que se nos pueden escapar (como la presencia de un parecía que muerto Capitán América) pero no interfieren demasiado en el disfrute de la acción. Con un ritmo vertiginoso de principio a fin, secuencias que beben directamente del terror (como las dos últimas páginas del prólogo) y la evidente intencionalidad del autor en crear una atmósfera paranoica en la que se nos obliga a sospechar de todo el mundo y un componente teológico tras las motivaciones de la invasión, Bendis construye un relato muy entretenido, que usa con maestría la narración en paralelo, mostrando los acontecimientos que se suceden en distintos puntos para darnos una visión global del conflicto.
En su contra, quizás, está la sensación de que algunas de las tramas tienen un desarrollo bastante caótico, que generan algo de confusión y se resuelven con demasiadas prisas sin aclarar demasiado (ejemplo, los acontecimientos en Tierra Salvaje); así como la narración durante la parte central de la historia, planteada de forma que al acabar una batalla comienza otra y otra y otra, volviéndose reiterativa y algo insustancial.
A su favor, cosa que no pueden decir muchos eventos, está el hecho de que invita a releerse. Tanto el evento en sí como las sagas anteriores. Y es que desde la perspectiva que ofrece Invasión secreta, historias anteriores como Los Nuevos Vengadores: Illuminati o Civil War cobran un nuevo significado y detalles a los que no se les había prestado atención ahora se dotan de matices completamente distintos.
En cuanto al dibujo de Leinil Francis Yu, poco que decir; mientras que los personajes y elementos principales de sus composiciones tienen un alto grado de detalle, los fondos tienden a quedar bocetados muy por encima. Personajes como Reed Richards o Spiderwoman se ven muy favorecidos por sus trazos (la primera página del capítulo cuatro es impresionante), algunas de las páginas dobles son algo confusas y es difícil seguir la acción.
¡Extra! ¡Extra!
La edición en cartoné de Invasión secreta dentro de la línea Marvel Deluxe se completa con unos espectaculares extras. Entrevistas a Brian Michael Bendis, Leinil Francis Yu y Brian Reed, entre otros, acerca de su trabajo en la saga. Un extenso especial en el que se detallan bastantes aspectos de la creación del crossover y de las series implicadas en él. Encontramos también un interesante reportaje sobre la historia de la guerra kree / skrull originaria, las portadas originales y un buen puñado de bocetos e ilustraciones para goce de los fans. Cerrando el tomo, el habitual artículo de Julián M. Clemente que analiza la historia y ofrece una imagen en perspectiva de la misma.
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