Sigue la andadura de Carol Danvers por los tumultuosos años 2000, sufriendo como pocas figuras marvelitas los envites del carrusel de eventos y crossovers en el que vivía la editorial por aquel entonces. Dinastía de M o Civil War fueron algunos de los traumáticos episodios que vimos en los dos volúmenes anteriores y ahora le toca el turno a Invasión Secreta, como bien señala el título del tomo publicado por Panini Cómics.

«Soy una cobarde. Y una asesina«

Brian Reed continúa marcando el rumbo de Ms. Marvel en esta etapa. Lógico teniendo en cuenta que la acción de este tercer libro arranca justo donde finalizó el anterior, siguiendo la trama que la enfrentaba a Cru y al Nido. Un conflicto alienígena sin más, pero que le sirve al guionista para repasar algunos de los hitos del personaje y dotar de cierta independencia a Operación Relámpago, la unidad dirigida por Danvers que, en su aunsencia, se ha encontrado con no pocos problemas.

Los conflictos internos que lleva arrastrando la protagonista desde el arranque de la etapa siguen muy vigentes, más aún cuando todo en su vida sigue tambaleándose, pero no hay nada como una guerra contra una raza extraterrestre para relativizar los problemas personales. Así, la guerra contra los skrulls por la supvervivencia de la Tierra hace que Carol consiga centrar el foco y dejar de lamentarse por cosas que no puede controlar. Una buena pelea como salvavidas catártico. La definión de Carol Danvers como mujer de acción toma en estas páginas un sentido literal. No olvidemos que antes que vengadora es soldado y, al igual que personajes como Máquina de Guerra o Capitán América, tiene un sentido del deber muy marcado y se mueve bien en este tipo de escenarios.

La relación de Ms. Marvel con el evento marvelita se hace en dos fases. Una primera en la que el guionista acude a sus días como jefa de seguridad en Cabo Cañaveral (antes de lograr sus poderes) para jugar a la retrocontinuidad y entrar al juego propuesto por Brian Michael Bendis en Invasión Secreta, según el cual muchos de los superhéroes que conocíamos eran, en realidad, skrulls. Así, la heroína se mete en una trama en la que trata de descubrir quién es el skrull oculto. La segunda fase, en cambio, se mete ya de lleno en el conflicto. En un escenario de guerra en Nueva York, Carol se desmelena acabando con soldados skrulls y hace cuanto puede para rescatar civiles. No profundiza ni en el evento (para eso está la saga original), ni en su propia historia, pero resulta entretenido y guarda una sorpresa final que le sirve de gancho a Reed para enlazar con lo que vendrá en el cuarto volumen de la serie.

Este tercer tomo de Carol Sanvers: Ms. Marvel sigue una estela muy continuista respecto a lo visto anteriormente. Sin grandes sorpresas, pero con mucho oficio en una etapa que, a día de hoy, sigue siendo de las más logradas de la vengadora.