Journey, The Witness, Baba is You o Portal consiguieron que los juegos de puzles y aventuras se hicieran un hueco en un panorama donde los RPG, los shooters y los triple A han invadido el mercado en los últimos años. Pero por suerte, el mundo de los juegos indie ha sobrevivido a una pandemia abriéndose camino cada vez más y dejándonos auténticas joyas. Pero muchos no han tenido la oportunidad de ser descubiertos por todo el mundo y, aunque algunos consiguen ser un desafío para el jugador, otros tantos solo quieren entrar por los ojos dejando de lado otras partes de la experiencia.
Labyrinth City: Pierre the Maze Detective es un juego que entra por los ojos desde la primera escena. Un juego que, estéticamente, recuerda mucho a los libros de ¿Dónde está Wally? Colorido, con muchísimo detalle y en que es muy fácil no encontrar el camino debido a la cantidad de gente, objetos y falsos caminos que tiene.
Es un juego que quiere contarnos una historia de policías y ladrones a través de diferentes laberintos, porque la historia es que el villano ha robado un objeto que lo convierte todo en laberintos. Y lo cierto es que el diseño de los niveles, como hace que quiera que te muevas por el mapa, es muy bueno, y los detalles también, pero… al final, cuando vas avanzando niveles te das cuenta de que lo que podría ser un desafío, un buscar de manera desesperada la salida de los laberintos, al final no es así y el juego se convierte en una especie de pasillo.
Esto es porque al final, da igual que escojas un camino equivocado, siempre encontrarás las pistas para seguir el camino y por dónde ir. No hay errores, no hay penalización, bueno, salvo la de no conseguir los coleccionables que hay repartidos por el mapa; pero es realmente complicado no conseguirlos todos pues muchos suelen verse fácilmente y si hablas con todos los personajes con los que se puede interactuar también conseguirás estos coleccionables.
Y esto es quizás lo que más le pesa a Labirynth City: Pierre the Maze Detective, que no supone ningún reto, que tampoco es algo que poder achacarlo, pero es que incluso, muchas veces, manteniendo el botón de dirección hacía un lado, llegamos a buen puerto. Pero dentro de todo es un juego ameno, con una banda sonora dinámica y que te dejará boquiabierto con sus escenarios y lo detallado que está todo.
Analizada la versión de Steam.
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