El Asombroso Spiderman

El Asombroso Spiderman #17 (#226): Un drama desinflado

El Asombroso SpidermanHay que ver la forma que ha tenido esta saga de desinflarse al llegar al que tendría que haber sido su clímax definitivo. Quizás es que nuestras expectativas se habían venido arriba más de la cuenta, pero Zeb Wells también prometía mucho desde el mismo arranque de su etapa.

 

«¿Quién… quién es esa?«

 

Al inicio de esta andadura de El Asombroso Spiderman publicada por Panini Cómics se ponía el listón muy alto. Entre Peter siendo casi un apestado por sus amigos, pero haciendo buenas migas con Norman Osborn; Mary Jane con pareja nueva ¡e hijos!; Kamala Khan como nueva secundaria de lujo… Poco a poco fueron resolviéndose algunas de las incógnitas, al tiempo que descubríamos que el germen de la amenaza que provocó tal terremoto venía de mucho tiempo atrás, de un pequeño relato del propio Wells.

 

Podríamos estar más o menos de acuerdo con algunas de las decisiones tomadas en este sinuoso camino, pero en lo que no había discusión era en que el guionista había sabido captar toda nuestra atención y generar expectación.

 

Las primeras señales de peligro llegaron con el tratamiento que hacía de Reed Richards y Los 4 Fantásticos. Parecía no ya que no conociese la estrecha relación entre Spidey y los imaginautas, sino ni siquiera el carácter de los propios personajes. Un runrún que se convierte en todo un atropello cuando nada más abrir el cómic vemos a Kamala con un protagonismo que no ha tenido en las dieciséis entregas anteriores. Llegamos con el aviso de una pérdida en la misma portada del número y en la primera página tenemos a una secundaria ausente aseverando que hará lo que haga falta para cumplir con sus obligaciones. El truco, evidentemente, se ve venir a la legua.

 

Así, en este número todo lo construido por Wells en los últimos meses se cae como un castillo de naipes. Falta de ideas o de planificación, el guionista es incapaz de generar el dramatismo que exigen los acontecimientos, vuelve a patinar con el tratamiento de algunos personajes (sí, Los 4F vuelven a imitar a Gruñón de Blancanieves) y resuelve las escenas a golpe de deux ex machina. Es una pena que el ímpetu inicial de Wells haya terminado por descubrirse como un espejismo en la travesía por el desierto en la que se ha convertido esta serie desde la marcha de Dan Slott hace ya cinco años.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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