Segundo y último de los especiales (con permiso del one-shot dedicado a Hulka «incluido» en la cabecera del Inmortal Hulk) con el que Panini Cómics despide Imperio, evento con el que Marvel ha querido homenajear (y actualizar) la mítica guerra kree-skrull y darle un nuevo impulso a la cabecera protagonizada por los imaginautas, auténticos protagonistas de la aventura orquestada por Al Ewing y Dan Slott.

«¡Espera! ¡Mira esta! Aquí es donde parece que Logan va a potar«

Este número, titulado «Imperio: La caída», ayuda a rematar las tramas que quedaban abiertas desde el primer especial dedicado a Los 4 Fantásticos; además de abrir nuevos caminos a desarrollar en los próximos meses. Más que nunca se confirma la impresión -que ya transmitimos en el tie-in de la primera familia y en el último capítulo de Imperio- de que hemos asistido a un evento dedicado a la familia Richards y que no fue publicada en su propia cabecera porque sus consecuencias afectarían al statu quo de la vertiente cósmica marvelita, porque una alianza duradera entre dos enternos enemigos bajo el mandato de un único líder es algo que cambia las reglas de forma traumática para todos.

Pero no por ello deja de ser un relato de Los 4F, de ahí que sus tie-ins y especiales hayan sido los más importantes. Y La caída no iba a ser menos. Los pequeños rescatados al inicio de la aventura finalmente se quedarán entre nosotros durante una buena temporada, Spiderman se pone al día con todo lo que ha acontecido en los últimos tiempos con Johnny, Cielo y compañía y una vieja cuestión que se venía arrastrando desde Pecado Original da una nueva vuelta de tuerca.

Dan Slott no solo cimienta los que serán los próximos pasos de Los 4 Fantásticos, sino que pone la primera piedra de un argumento de largo recorrido que con toda probabilidad desembocará en un nuevo evento que requerirá la atención de buena parte de los pesos pesados de la editorial. Si bien la experiencia del autor con Iron Man se ha saldado con más errores que aciertos, en la calle Yancy está ofreciendo su mejor cara, acercándose poco a poco al buen hacer mostrado en la maravillosa Estela Plateada y en algunas de sus aventuras más inspiradas al frente del trepamuros. De momento avanza despacito y con buena letra.