Pasados y futuros aliados de Peter Parker se asoman a la ciudad del Spiderman Superior en este neuvo tomo escrito por Dan Slott.

La retahíla de aliados / enemigos de Peter Parker que se están dejando caer por Spiderman Superior no estaría completa si no fuera por la aparición de un antiguo y pasional romance y un heredero anticorporativista. Exacto, la Gata Negra y Miguel O’Hara (el Spiderman de 2099) ya estaban tardando en pasar por el tamiz que Dan Slott está dando a la serie desde que Octopus, a su manera, se ha pasado al lado de los héroes.

Después de algunos números un tanto irregulares nos encontramos, de golpe, con una aventura en cinco partes que no deja de sorprender en cada página, poniendo en graves problemas a su odioso protagonista, que no puede descuidarse ni un momento para que nadie descubra su terrible secreto. Slott no se lo pone fácil, obligando a Otto a responder impulsivamente a los contratiempos que se van cruzando en su camino, con lo que su lista de enemigos no hace más que aumentar y aumentar. Cada vez menos gente se fía de esta araña superior y eso se empieza a notar. No paran de crecerle los enanos a nuestro protagonista. El accidentado encuentro con Felicia Hardy o las pesquisas llevadas a cabo por la agente Carlie dan buena fe de ello.

El guionista, a pesar de querer reinterpretar los grandes capítulos de la vida de Parker con el nuevo Spiderman, también sigue empeñado en romper del todo el pasado del que fuera fotógrafo del Bugle. Ahí entra su romance con la brillante Anna María Marconi (es obligado tener un punto de anclaje para que la gente acepte y comprenda al nuevo héroe a pesar de su terrible y sangriento pasado) o sus actitudes hacia todo lo que significaban Mary Jane u Horizon Labs a su predecesor.

«Soy el Spiderman del futuro. De 2099. Nos conocemos. Vivimos una aventura»

El presente cuaderno sirve, de un lado, para seguir ahondando en la saga que se avecina con el misterioso Duende Verde moviendo los hilos desde el subsuelo neoyorkino y, más sugerente aún, para si no establecer, sí sugerir ciertos puntos en común con el que fuera futuro oficial marvelita durante muchos años. Consecuencia de La Era de Ultrón, el la línea temporal se ha roto; lo hemos visto en Guardianes de la Galaxia, en Infinito, las franquicias mutantes… y ahora en Spiderman Superior. Este problema en el espacio-tiempo es la excusa perfecta para traer de vuelta al que fuera primer Spiderman latino de la editorial y quien sabe si al igual que con Kaine, Miguel O’Hara tiene futuro más allá de las páginas de la cabecera principal. Sea como fuere, el conflicto entre los dos vigilantes está servido.

Rematando este estupendo volumen que nos trae lo mejor y lo «peor» del Spiderman Superior nos encontramos con una nueva entrega de la divertidísima Superior Foes of Spider-Man en la que Fred Myers, alias Bumerang, no solo ve comprometida su posición como líder de los Seis Siniestros, sino que tiene que hacer frente a Mach-7 su «superheroico» angete de la condicional, que no es otro que Abner Jenkins, otro villano de medio pelo (Escarabajo) reformado y reconvertido en héroe de medio pelo. La fauna de la serie no para de crecer para ofrecernos la cara más amable y patética del crimen del universo marvelita. Su carácter underground dentro de los cánones del cómic mainstream de superhéroes, hace inviable que en un mercado como el español la serie pueda contar con una edición personalizada, así que al menos nos queda agradecer por disfrutar de ella en las páginas de Spiderman.