«¡Esto es la antesala del infierno!«

Hace ahora un año Yermo Ediciones publicaba uno de los cómics que más me habían sorprendido de su catálogo. Se trataba del primer volumen de Cruzadas, en el que Izu y Nikolavitch mezclaban con garbo el cómic histórico con el de terror e incluso con la ciencia ficción en uno sorprendente giro final que nos dejaba a los lectores ansiosos de un segundo volumen de las aventuras del Pugnus Timpli en tierras de las cruzadas. Pues bien, ha habido que esperar algo más de medio año, pero ya está entre nosotros Cruzadas. La Tumba de Hermes, que recopila los números dos y tres de la serie y que pone punto y final a una historia cautivadora de principio a fin.

Los guionistas han sabido mezclar muy bien los géneros con los que jugaban para seguir profundizando en los secretos ocultos bajo la conflictiva ciudad de Damietta y extienden en estos números la trama a las ruinas de Alejandría y a los muros de la ciudad de Mansura, continuando con la combinación de datos históricos y licencias fantásticas de la que han hecho gala a lo largo de las tres entregas. También se recurre en este último álbum a los saltos temporales (hacia atrás y hacia adelante) para explicarnos mejor el pasado de las misteriosas ruinas descubiertas por los templarios y el objetivo final de los Hashashins, quizás no tan enfrentados a la Orden del Temple como pudiera parecer en primera instancia.

«Dios nos ha castigado porque hemos intentado desafiar a la muerte«

La inspiración de los creadores de esta obra, como ya comentamos en el pasado, parece situarse en el estupendo (y aún inconcluso) manga de Kentaro Miura: Berserk. El japonés ya comenzó a finales de los ochenta a mezclar la temática medieval con los monstruos terroríficos y la parafernalia religiosa y parece ser que ahora Izu y Nikolavitch recogen su testigo, aunque ambos prefieran dotar a su historia de un trasfondo mucho más realista para poner algo de distancia con el mangaka y para plantear en el lector una duda acerca de la veracidad de las Historia tal y como nos llega a través de las publicaciones de los historiadores. Aún así, lo cierto es que tanto por temática como por dibujo, Cruzadas bebe de lo que Miura comenzó a escribir hace mucho tiempo y que nadie hasta ahora se había atrevido a replicar.

Cruzadas: La Tumba de Hermes

A cargo de la parte artística volvemos a contar con Zhang Xiaoyu, uno de los mejores dibujantes de la BD que nos ha traído a España Yermo. El asiático vuelve a bordar un trabajo sensacional e incluso se permite dos grandes ilustraciones (a razón de una por entrega) para demostrar su habilidad tanto en las distancias cortas como en los espacios amplios. Su habilidad, sin embargo, queda patente en su máxima expresión en las secuencias de acción como la que precede a estas líneas y que vuelve a poner de manifiesto las inspiraciones antes mencionadas.

Cruzadas, que en Francia se publicó en tres partes y luego se ha recopilado en un integral, constituye otra más de las joyas de la corona de Yermo Ediciones, una editorial que sigue demostrando mes a mes su excelente gusto por el buen cómic europeo.