Hobby Consolas, en colaboración con la editorial Edaf, publica un completo volumen que repasa la trayectoria de Dragon Ball (o Bola de Dragón, como muchos conocimos la obra de Akira Toriyama años ha) en los videojuegos desde sus primeras apariciones en consolas a mediados de los 80, hasta el hito que ha supuesto para la longeva franquicia Dragon Ball FigtherZ.

Los autores, Daniel Quesada y Antonio Sánchez-Migallón, nos proponen un viaje lineal, partiendo de los inicios del manga en las consolas, de forma que podemos apreciar la evolución, no solo de la obra de Toriyama, sino de la misma industria del videojuego, que vivió revoluciones como la de los 16bits con consolas como MegaDrive o SNES, o la de los 32bits y el imperio de PlayStation. Y no solo nos ayudan a recordar juegos que pudimos disfrutar (o sufrir) en su momento, sino que amplían las miras a aquellos videojuegos que por unos u otros motivos nunca llegaron a cruzar nuestras fronteras (al menos de forma legal).

No ha habido generación de consolas sin su ración de Dragon Ball, y eso queda bien reflejado en el libro, que a lo largo de sus doce capítulos hace escalas en las distintas generaciones, otorgando la misma importancia a las apariciones de la franquicia en portátiles que en consolas de sobremesa. Este enfoque lleva, inevitblemente, a que los juegos en recreativas, ordenadores o dispositivos móviles tengan que ser tratados en capítulos aparte, lo que lleva a que fenómenos como Dragon Ball Legends (todo un éxito en móviles) parezcan tener menos importancia que otros productos por el simple hecho de haber salido en la consola de turno.

Los textos, a caballo entre la valoración y la información, buscan analizar los diferentes juegos y situarlos en su contexto (dentro de la franquicia y de la industria), lo que resulta de sumo interés porque -como anotábamos al principio- da buena cuenta del desarrollo de la industria gamer en las últimas décadas. Todo ello acompañado de multitud de imágenes que dan una enorme riqueza visual al conjunto.

Quizás el mayor problema que puede encontrar Dragon Ball Dai Budokai es su excesiva vinculación con la revista de la que nace. Además de los prejuicios de quienes no compartan sus criterios, siempre que tienen la oportunidad, los distintos capítulos integran destacados sobre la revista. Espacios sin más interés salvo para los seguidores de la publicación, que podrían haberse aprovechado para explorar otros aspectos menos conocidos o anecdóticos de los juegos citados y darle un mayor valor enciclopédico al libro. Este aspecto reperctue indirectamente en la composición del último capítulo del libro, centrado en encuestas de la revista y curiosidades sobre Dragon Ball. Queda como una suerte de cajón de sastre que podría haber dado mucho más de sí.

Pese a estos detalles, Dragon Ball Dai Budokai se presenta como un interesante volumen para todo fan del manga/anime de Akira Toriyama, ideal para consultar y descubrir otra faceta del fenónemo que han supuesto para la cultura popular Goku y sus amigos y que, si tiene buena acogida, seguramente contará con revisiones en el futuro, a medida que el mundo gamer de luz a nuevas propuestas jugables de la franquicia.