Hace unas semanas hice unas primeras impresiones sobre Lords of the Fallen en donde dije que su dificultad estaba algo mal medida entre la exploración y sus jefes finales. Sigo reiterando esas mismas palabras mientras me seco las lágrimas del sufrimiento que ha sido terminarlo. No sólo es que Lords of the Fallen haya sido una de las experiencias más difíciles a las que me he enfrentado como jugador, es que muchas veces he apagado la consola con la frustración de no poder pasar una zona o saber por dónde tenía que ir. Pero aun así es un juego que consigue que el jugador sea precavido. Seguramente, y aunque cueste creerlo, aprendí a jugar Lords of the Fallen a las 20 horas de haberlo empezado. Fue cuando dejé de sentirme frustrado y comencé a disfrutar, aunque eso no significa que no haya sido el mayor reto al que me he enfrentado en los últimos años.
Aunque te preparen diciendo que un juego es difícil, nunca lo sabes del todo hasta que te enfrentas a él de primera mano. Ves vídeos, gameplays y demás siempre diciendo que tú, seguramente, lo harías todo mejor. Es entonces cuando te pones a los mandos y ves que lo que habías visto en los vídeos era real. Lords of the Fallen tenía pinta de ser de este tipo de juegos, y así ha sido. Explorar el Axiom y el Umbral es de las cosas más complicadas que he visto en mucho tiempo dentro del mundo de los videojuegos. Probablemente sea uno de los souls donde la exploración tenga un pico de dificultad más grandes y pueda llegar a desesperar bastante. Esto queda demostrado cuando, tras pasar el tutorial, llegas a una zona donde los enemigos te acorralan y, al final, aparece un esqueleto con una espada. Piensas que será como un enemigo más, pero nada más lejos de la realidad y termina demostrándote lo que te espera de aquí en adelante.
Y seguramente sea una de las cosas que no quise ver al principio, que no es otra que no ir como loco por su mundo pensando que voy a salir victorioso. Porque no funciona así. Lords of the Fallen quiere que explores, por eso tiene miles de caminos secundarios, por eso quiere que cambiemos constantemente entre el Umbral y el Axiom, por eso insiste tanto en mecánicas de buscar cosas. Y cuando te das cuenta de todo eso, comienzas a jugar de manera más segura, Lords of The Fallen termina ganando.
Pero para eso también tienes que sobrevivir a todo lo que hace del título algo realmente complicado y que te hará perder años de vida. En el momento que estoy escribiendo esto, Lords of the Fallen cuenta con un parche que reduce los enemigos que te rodean en el Umbral, porque una cosa es querer que las cosas sean difíciles y otra es ponerlo imposible. En el Umbral, a medida que avanzas, van apareciendo enemigos sin parar, si no Lo matas, te rodean y es una experiencia que no recomiendo. Y, además, como permanezcas mucho dentro de él aparecen unos enemigos que pueden matarte de un solo toque, por no hablar que en el Umbral si mueres, mueres. Porque Lords of the Fallen te «premia» con dos oportunidades. La primera es en el Axiom, el mundo de los vivos, que sería el mundo tal cual. Si mueres aquí, vas al Umbral donde tienes la oportunidad de vengarte o pasarte ese lugar. Lo que pasa, es que en el Umbral tu vida no se recupera igual.
Y dejando un poco de lado todo esto, el gameplay también puede desesperar un poco. Venimos de una serie de Souls donde el frenesí, la acción y no dar tiempo a nada comenzaba a girar el modo de jugarlo. Pero Lords of the Fallen es muy deudor de Dark Souls en ese aspecto. El gameplay es tosco, lento, de muchas pausas y de mucho estudio. Los enfrentamientos cuerpo a cuerpo sufren por que el personaje de mueve de manera brusca y no hay forma de cancelar acciones hasta que no ha terminado la animación. Y todo esto contra los jefes se nota. Los enfrentamientos contra los bosses son espectaculares y épicos, el de la Juez Clerical puede estar entre mis favoritos, pero con un ritmo de combate tan tosco, muchas veces son frustrantes. También tiene lucha contra mini bosses que, después de enfrentarte a ellos, aparecen como enemigos comunes y eso hace que el juego pierda fuerza y algo de garra, pues reciclar enemigos es muy común, pero aquí es algo realmente preocupante.
Pero Lords of the Fallen, a pesar de todo lo complicado, es un juego que convence y gana enteros cuando aprendes que aquí hay que tomarse pausa, que hay que medir los tiempos y que muchas veces pensar cómo afrontar una situación es una victoria. Lords of the Fallen aporta cosas realmente buenas al género, como el avance entre dos mundos, la utilización de la lámpara como arma y un multijugador realmente bueno. Lords of the Fallen sigue teniendo cosas que mejorar, pero créanme cuando les digo que estamos en un buen momento para los soulslike.
Analizada la versión de PlayStation 5.
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