Han pasado diez años desde que llegó por primera vez Persona 4 Golden a España. Ahí es nada. Primero en PlayStation Vita, esta «versión extendida» del Persona 4 de PS2 llegaría luego a PC (2020) y ahora desembarca en las principales plataformas del mercado (PS4/5, Xbox One y Series y Nintendo Switch) con un valor diferencial respecto a anteriores lanzamientos: llega traducido al castellano. Así, ya no hay ninguna excusa para descubrir la historia protagonizada por Yu Narukami, clásico de los JRPG por méritos propios que sigue siendo terriblemente vigente a pesar de los años. Siendo Persona 3 la entrega que cimentó las bases actuales de la saga y Persona 5 la que abrió la misma al gran público (no en vano fue el primero en contar con una traducción a nuestro idioma), Persona 4 es para buena parte del fandom el mejor Persona de todos. Y nosotros no vamos a contradecir esa idea.
Es cierto que en algunos aspectos el peso de los años afecta. Sobre todo en lo referente al «mazmorreo», con salas generadas de forma aleatoria y de carácter un tanto genérico (igual que P3P), que choca con la variedad de Palacios temáticos que protagonizan P5R. Eso y que gráficamente está lejos de ser un portento (tiene poco más que un lavado de cara respecto al original de PS Vita).
Pero en lo que importa: narrativa y jugabilidad, P4G es un sobresaliente. Salvo por algunos matices aquí y allá, la experiencia jugable es muy similar a la que veríamos luego en la quinta entrega, teniendo quizás un punto más complicado -y a su vez estratégico- en los combates. Algunas de las relaciones sociales y de las peticiones también tienen su miga para ser resueltas, haciéndose más recomendable si cabe echar un vistazo a alguna guía si queremos completar el juego al 100% y no perdernos nada.
Por su parte, la aventura aprovecha muy bien el ambiente rural en el que transcurre (estamos en un pueblo llamado Inaba) para que los personajes sean más grandes. A diferencia de una gran urbe como Tokio, en una localidad más pequeña resulta mucho más fácil que las cosas cobren una dimensión mucho mayor. La escala favorece no solo el grado de empatía del jugador con los personajes, sino que las relaciones entre estos tienen una apariencia más auténtica.
Y esta es quizás la clave que hace de P4G un juego tan especial entre los JRPG y en la propia franquicia. Es imposible no encariñarse con sus personajes. Funcionan muy bien como equipo y las dinámicas entre ellos son siempre muy divertidas -la dupla de Yosuke y Teddie daría para pareja cómica. Son chavales y a pesar del drama en el que se ven envueltos se comportan como tales. Uno se acerca a P4G y siente lo mismo que cuando ve una película como Los Goonies o lee Jóvenes Vengadores. La historia está viva porque sus protagonistas lo están. Y mientras estén todos juntos nada malo puede pasar. Chie, Kanji, Rise, Yukiko… nos importan y apreciamos a cada uno de ellos y al final de la aventura sentimos que somos uno más de la pandilla.
Si bien P5R es a día de hoy la entrada ideal a la saga (por gráficos y calidad de vida), P4G es la confirmación de la misma y una experiencia inolvidable para todo fan del rol en los videojuegos.
Analizada la versión de PS4.
Deja un comentario: