Tras un par de tomos en los que los diferentes equipos creativos han ido tomando el pulso a sus cabeceras, entramos de lleno en la fiesta krakoana. Este tercer volumen de Amanecer de X publicado por Panini Cómics (dentro de su línea Marvel Premiere) nos deja ver cómo los diferentes autores empiezan a coger impulso para hacer evolucionar sus diferentes historias por los lugares más insospechados.
«El fuego de dragón es una distracción de la leche, non?«
Empezamos por la madre de las series mutantes: Patrulla-X. Jonathan Hickman pone en jaque a Cíclope y los suyos con una inesperada amenaza. Las apariencias engañan. Y mucho. Y el peligro para la recién nacida nación krakoana puede venir de cualquier parte. Con esas dos consignas en mente, el guionista nos presenta a unas ancianitas que bien podrían haber formado parte del elenco de Las chicas de oro, pero que en vez de eso pretenden cargarse a todo el mundo para salvar el planeta. la deceíta Hiedra Venenosa es una aficionada al lado de estas villanas que hacen honor al dicho de que «más sabe el Diablo por viejo que por diablo».
Los problemas no acaban aquí, como bien muestra Gerry Duggan en Merodeadores. Krakoa es como un avispero, a nada que agites un poco… Sebastian Shaw es un animal herido que, creyéndose más listo que Emma y Kate, hace un arriesgado movimiento para hacerse con el control del poder económico de Krakoa. Este número, dibujado por Michelle Bandini, tiene al Rey Negro como gran protagonista.
El tercer verso de Excalibur, por su parte, mantiene a Apocalipsis sumido en sus misteriosos planes (para los que necesita a un perdido Rictor al que tiende su mano), y a la Capitana Britania y el resto de Excalibur enfrentándose al nuevo esbirro de Morgana Le Fay en las tierras mágicas de Camelot. Lo que en principio iba a ser una misión de rescate pronto se convierte en algo más peligroso. Tini Howard se propone que Betsy asuma su nuevo rol como defensora de Otromundo a la fuerza.
Quienes tampoco tienen un momento que perder son los miembros de X-Force, que están dando respuestas a uno de los primeros y más importantes interrogantes de la era krakoana. ¿Puede la nación sobrevivir a la desaparición de Xavier? Recordemos que la resurrrección mutante depende no solo de Los cinco, sino del backup del Profesor X y Cerebro. Con la resolución del apremiante problema, Benjamin Percy nos enseña importantes aspectos del funcionamiento de la seguridad en Krakoa al tiempo que profundiza en el ataque invisible que está sufriendo la isla. Por sus implicaciones, estamos ante el capítulo más importante del volumen.
Por su parte, Nuevos Mutantes tiene a Armadura y Glob lidiando con una amenaza de naturaleza similar a las de las malvadas ancianas de Patrulla-X. No porque se enfrenten a floricultoras psicópatas, sino porque el nacimiento de Krakoa ha despertado amenazas que parecen nuevas pero que siempre han estado ahí y que solo necesitaban un catalizador para estallar. Finalmente, Ángeles caídos aporta también su tercera entrega, reforzando la percepción de que no aporta gran cosa al cómputo general de la franquicia (como bien se explicitaría con su prematuro cierre). Y dado lo ajustado del precio del volumen (14€) poco más se le puede pedir, pero el agradecido caramelito del collage de bocetos nos sabe a poco.
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