Sonic Superstars

Sonic Superstars: Un Sonic con estrella

A pesar del éxito de Sonic Frontiers y su mundo abierto, el Sonic Team no quiso dejar huérfanos a los fans de los juegos de corte más clásico del erizo y sus amigos y se puso manos a la obra con una aventura que pretendía coger lo mejor de los juegos 2D (como hizo Sonic Manía), pero llevándolo un paso más allá gracias a las posibilidades del 3D.

 

Y es que al buen hacer de las plataformas clásicas en 2D del famoso erizo se suman mejoras jugables en forma de nuevas habilidades y personajes, así como nuevos y divertidísimos escenarios y una estética 3D que le da profundidad y un estupendo lavado de cara. Si Sonic Frontiers marca el futuro de la saga para las nuevas audiencias, Sonic Supestars hace lo propio en la vertiente «clásica».

 

Sonic Superstars

 

La premisa es la de (casi) siempre: El Dr. Eggman quiere hacerse con el dominio mundial y hará lo que haga falta para conseguirlo, incluida la obtención de las Chaos Emeralds. Nuestro objetivo (solos o en compañía) no es otro que frustrar sus planes. A partir de aquí Sonic Superstars nos propone una experiencia dividida en varios modos de juego: Historia, Batalla y Crono.

 

Este último ya imagináis de qué trata. Elegimos a uno de los protagonistas (de inicio tenemos a Sonic, Tails, Knuckles y Amy) y completamos niveles en busca de superar nuestras propias marcas.

 

Modo Batalla es un modo cooperativo (similar a un party game) en el que nos enfrentamos a nuestros amigos (o solos contra el juego) en batallas segmentadas en fases de eliminación en las que acumulamos puntos de cara a una clasificación final. Se trata de un modo con mucho potencial para perderse durante horas en compañía, pero que nace con un lastre importante.

 

Sonic Superstars

 

Empezamos siempre con un prototipo base (aquí no usamos a los personajes del juego, sino a versiones robots) y solo consiguiendo monedas (ya sea encontrándolas repartidas por los niveles, superando fases de bonificación o acumulando anillos) podremos ir personalizando nuestra apariencia. «Bueno, es solo una cuestión estética«. No del todo, pues al ser todos los robots base idénticos es extremadamente fácil perder de vista al que manejamos nosotros, generando no poca confusión y restándole apetencia al modo en sí. Si no sabemos quién somos, ¿cómo vamos a jugar? El número de monedas que podemos conseguir por nivel en el Modo Historia es, además, muy bajo en proporción al número de monedas que se nos pide por cada elemento customizable del robot. Y si encima cada elemento solo sirve para un robot, toca duplicar la cantidad de monedas por cada jugador.

 

Por ello, aunque simpático, es un modo que de partida corre serio peligro de quedar relegado a un segundísimo plano.

 

En cuanto al Modo Historia, el modo principal de Sonic Superstars, nos encontramos con una campaña en once zonas (diez de ellas divididas en dos actos y algunas con fases bonus y otras específicas para cada uno de los protagonistas). La principal novedad no está tanto en el cambio al 3D de scroll lateral (ya lo tuvimos, por ejemplo, en Sonic Generations), sino en la concepción de los escenarios. Olvidaos de Green Hill o Marble, pues para la ocasión se han creado nuevos escenarios que nada tienen que envidiar a los más famosos de la franquicia.

 

Sonic Superstars

 

A la novedad de los escenarios hay que añadir la variedad de los mismos, que aportan un montón de situaciones diferentes. Encontramos desde fases que van a la inversa a otras de un marcado carácter vertical, secciones que homenajean a Pac-Man e incluso zonas al más puro estilo matamarcianos. Esto unido a los diferentes poderes que nos otorgan las Chaos Emeralds como convertirnos en un Sonic de agua para subir por cascadas o la posibilidad de ralentizar el tiempo hacen que las fases sean súper dinámicas. Da gusto rejugar los niveles en busca de rutas alternativas y encontrar secretos.

 

El pero, como es habitual en la franquicia, radica en lo poco preciso de los saltos, jugándonos alguna que otra mala pasada en momentos puntuales que requieren de esta mecánica concreta. Por lo demás, al menos hasta alcanzar los tres últimos niveles el juego es bastante accesible, asequible incluso (más aún cuando desbloqueamos las diferentes habilidades de las Chaos Emeralds). Una curva de dificultad muy ligera que se empina en las citadas últimas fases.

 

¡Ojo! Tiene truco. No es tanto que la dificultad en sí aumente, sino que los enfrentamientos contra los últimos jefes de zona (incluyendo a Eggman) duplican su duración al presentarse en dos fases… y sin checkpoints entre ellas. Cada error penaliza en exceso, obligando a repetir todo el combate desde el principio. Esto se vuelve especialmente peliagudo en el envite final contra Eggman, pues a la infernalmente larga duración de su enfrentamiento (un intento lleva de media siete minutos, casi el doble que la duración media de un nivel) hay que añadirle ciertas mecánicas aleatorias que dificultan el aprendizaje de sus patrones y una hitbox un tanto cuestionable en su segunda fase. La línea entre lo difícil e injusto es muy delgada y nosotros, al menos en este caso, consideramos que estamos ante lo segundo.

 

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Y, como digo, un checkpoint entre ambas habría sido la solución, porque aunque con un poco de paciencia y suerte se puede completar (y como recompensa desbloqueamos nuevo contenido jugable, así que merece la pena resistir), el riesgo de frustración es muy alto.

 

Así, este evidente obstáculo hace que aquellos jugadores casuales o poco hábiles deban pensárselo dos veces antes de lanzarse a la aventura. Para el resto de jugadores, a nada que os guste Sonic y sus propuestas en scroll lateral, se trata de una experiencia imprescindible. Son pocos los peros (la inusitada dificultad final, la precisión del salto en momentos concretos y las pocas opciones de personalización iniciales en el Modo Batalla) para un juego que apunta alto y supera con nota las expectativas gracias a un inspiradísimo diseño de niveles (los mejores en muchos años), un trabajo de arte y animación eficiente como siempre y una banda sonora que es otra delicia.

 

¿He mencionado también que podemos jugar el Modo Historia en multijugador y que podemos usar una skin (previa descarga gratuita) de Lego para Sonic? El próximo juego de Sonic desde ya un listón altísimo.

 

Analizada la versión de PlayStation 5.

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