«Gloria a la diosa niña«
Por fin, tras más de un año al frente de la colección, Phillip Kennedy Johnson comienza a dejarnos ver el pasado en el que se hunden las raíces de la historia que nos viene contando desde que heredó esta cabecera de manos de Donny Cates y Torunn Grønbekk. Y lo hace en el momento en que peor está la ‘relación’ entre Bruce Banner y Hulk. El primero viene de tratar de controlarlo, convirtiéndolo en una especie de nave inter-dimensional (joder, qué loca fue la etapa de Cates) y por el camino ha tratado de curar a Betty (por supuesto, en contra de su voluntad). Mientras tanto, el segundo se hizo amigo de una cría que huía de un hogar sin más futuro que el que proporcionan las lágrimas y los moratones y ahora la ha perdido a manos de uno de los monstruos contra los que ha luchado. El alma de Charlie, lo único que queda de la niña, reposa en un muñeco de cerámica que el goliat esmeralda traslada ahora a Las Vegas en busca de una solución incierta.
Con todo esto en marcha, Johnson nos ofrece un siniestro El Increíble Hulk #15 (#145) en el que, de manera onírica, nos muestra una vez más el interior del alma de la dupla protagonista de estos cómics, para que podamos ver como las opciones de que Banner recupere el control sobre la bestia en la que se convierte son cada vez menores con cada nueva transformación. Esto lleva a que el humano reciba una oferta difícil de rechazar por parte de quien se supone que es su principal antagonista… Y ahí quería yo pararme un momento. No sé aún qué decisión tomará Banner o qué ha planeado el guionista de esta cabecera, pero ya lo dije cuando Cates dio el giro de volante tras el precioso final de la etapa de Al Ewing: estoy cada vez más cansado de este enfrentamiento infinito entre las dos caras de la misma moneda. Lo que queda clarísimo al final es que el único enemigo que puede con Hulk es el propio Hulk, así que hay que evitar a toda costa que el pobre demonio esté en paz consigo mismo.
«¿Por qué venir aquí? ¿Para morir de verdad?«
Teniendo la cabeza bien repleta de toda esta información, llegamos a El Increíble Hulk #16 (#146) y a la clase de historia que os comentaba al principio de este artículo. El número no deja de ser de transición, con la presentación de nuevos personajes y de sus roles en el tiempo y el espacio, pero sí que comienza a arrojar algo de luz acerca del mundo del que proceden todas las criaturas que están amenazando a Hulk y a sus aliados en una historia que se alargará hasta el número del mes que viene de esta cabecera que publica Panini en España.

El Increíble Hulk #16 (#146)
Con paso firme y una historia bastante atractiva, Phillip Kennedy Johnson se aproxima al número 150 de la cabecera en España, que da la casualidad de que coincidirá con el ochocientos estadounidense, una entrega que parece que va a ser de celebración en medio de un panorama que no invita precisamente a lanzar las campanas al vuelo. Personalmente, me gustaba más esta serie cuando teníamos a Hulk y a Charlie viajando juntos por el centro de los Estados Unidos y luchando contra seres de pesadilla sin más apoyo que el de la espalda del compañero. Sin embargo, la historia debía de continuar y para ello el guionista se ha adaptado a la perfección al cambio de compás.
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