«El hermano sepultado nos llama de vuelta a casa«

Si tenéis tiempo y estómago, os invito a que en estas vacaciones os deis un paseo por la colección de Abe Sapien que diera a luz hace algún tiempo Mike Mignola. Lo digo porque leyendo las páginas de aquel terrorífico relato sobre monstruos con forma humana y humanos con comportamientos monstruosos podemos entrever de dónde ha sacado Phillip Kennedy Johnson sus referencias para esta nueva etapa del Increíble Hulk. El guionista de la nueva etapa del goliat esmeralda no se esconde a la hora de admitir que Hellboy ha sido una de sus grandes inspiraciones de cara a esta nueva temporada (siendo las otras la etapa de Al Ewing, como decíamos el mes pasado, y el American Gods de Neil Gaiman). De Ewing está claro que coge la historia y las bases que el autor dejó y que Donny Cates no logró desarrollar a gusto (en parte por el accidente que le privó de terminar su etapa y en parte por un argumento algo descafeinado). de la obra de Gaiman imagino, por lo que leo en este número sobre todo, que coge parte del lenguaje onírico y visual y, sobre todo, la concepción de unos Estados Unidos repletos de magia antigua y nueva.

Pero es de la obra de Mignola de donde veo yo una mayor fuente. El propio Nic Klein se ve arrastrado a un estilo artístico que recuerda mucho a ciertas etapas del mítico personaje que llevara al cine Guillermo del Toro. La decadencia, la fealdad, el toque siniestro, la sensación de inevitabilidad… Johnson las clona en su peculiar visión del Increíble Hulk para presentarnos un viaje por la América profunda que tiene pinta que nos va a deparar algo más que sustos y sobresaltos. Si la transformación de Bruce Banner en Hulk de la primera entrega ya nos dejó intranquilos, en este El Increíble Hulk #2 (#132) nos termina de quedar claro la dirección hacia el horror que ha tomado el cómic sobre este controvertido personaje.

«¡Ni siquiera sabéis hasta donde habéis metido la pata!«

Desgraciadamente, como ya sospechaba, cualquier atisbo de redención queda eclipsado por el odio que la mitad monstruosa de Banner profesa hacia su personalidad principal. Tan sólo la presencia de la cría que apareció en el primer número parece querer gritarle al oído a ambas mitades que son parte de un todo, y tampoco es que esté asegurada la continuidad de la pobre muchacha, dada la ira que conduce al que es uno de los personajes más poderosos de la Casa de las Ideas. Con todo, aún es pronto y habrá que esperar para ver qué personajes le funcionan y cuáles decide descartar el autor con tal de que su historia funcione y avance hacia donde él quiere.

El Increíble Hulk #2 (#132)

Por el momento, Panini pone en nuestras estanterías una nueva y terrorífica versión del piel verde que va ganando en interés y que nos permite disfrutar de un Nic Klein desatado (particularmente espectacular me parece la parte que realiza en acuarela para esta entrega). Puede que Hulk no camine hacia donde yo quería (cuándo ha podido nadie decidir hacia dónde camina Hulk), pero el camino que se está abriendo bajo sus pies descalzos tiene también una pinta estupenda. Lóbrega, terrible, sucia y terrorífica, sí, pero estupenda.