TRON: Catalyst

Tron. Catalyst: Un bucle sin chispa

Tron: Catalyst, aventura narrativa de acción isométrica, se presenta como una secuela espiritual (que no directa) de la novela visual Tron: Identity; propuesta que «expandía» la mitología de Tron emplazándola en una red secundaria creada por Kevin Flynn (el personaje de Jeff Bridges) dejada a su suerte a raíz de todo lo sucedido en las películas (Flynn estuvo durante años atrapado en la red principal en la que tienen lugar los productos audiovisuales de la franquicia).

 

La naturaleza autónoma de esta red secundaria o red Arq (como se llama en el juego) permite su desarrollo libre de posibles ataduras, creando sus propios personajes y trasfondo sin miedo a entrar en colisión con la historia de Flynn, que transcurre en paralelo. Así, aunque sin relación directa entre sí, Tron: Identity y Catalyst tendrian lugar después del filme Tron: Legacy (el protagonizado por Olivia Wilde y Garret Hedlund). No sabemos, sin embargo, si habrá lazos con la película protagonizada por Jared Letto Tron: Ares. Los caminos de Disney son siempre inescrutables.

 

TRON: Catalyst

 

Y hablamos de secuela espiritual porque Catalyst comparte escenario y personajes con Identity, pero su protagonista, Exo, es una nueva adición a este universo. Query, el personaje que encarnábamos en la novela visual, es aquí un actor secundario que ha abandonado tiempo atrás su labor oficial como detective. De esta manera la entrada a Catalyst resulta muy accesible para cualquiera, además de dar a quienes conozcan Identity un vistazo al futuro del mundo que conocieron en 2023.

 

La aventura ronda las ocho horas (puede alargarse un poco más si queremos hacernos con el platino de PlayStation 5) y propone tres niveles de dificultad, siendo el fácil un machaca-botones extremadamente asequible (tanto como para llegar a aburrir, tenedlo en cuenta).

 

La premisa es interesante. Exo sufre un accidente al poco de comenzar el juego que le confiere la habilidad de resetear el tiempo, una suerte de glitch temporal con la que repetir situaciones cual bucle en busca de la solución óptima. A partir de ahí, la protagonista se verá envuelta en una trama mucho más grande que conecta a las principales facciones de la red y el futuro mismo de esta. La propuesta jugable, sin embargo, es tan bienintencionada como poco efectiva.

 

TRON: Catalyst

 

El concepto de los bucles tiene potencial. Lo hemos visto en juegos como Twelve minutes o Three Minutes to Eight, pero aquí no está bien explotada. Salvo en la parte final del juego, los bucles están condicionados al desarrollo de la historia; esta te marca dónde y cuándo hacer uso de la habilidad. El de Bithell Games es, en este sentido, un juego tremendamente guiado. Aspecto que se palpa también cuando encontramos determinados objetos interactivos, destacados en medio del escenario, «inútiles» hasta que la misión de turno te pide ir a por ellos. Es una pena porque esta limitación resta interés a la propuesta. Pero también es sintomático de las debilidades de la misma.

 

El árbol de habilidades es escaso (tres ramas con cuatro-cinco mejoras, una de las ramas desbloqueable a mitad de la partida) y los objetos de ataque tipo señuelo o granadas no son accesibles hasta el último tercio de la aventura. Los elementos que más variedad le dan a los combates no aparecen hasta que la trama ya está abocada a su desenlace, cuando ya nos hemos hartado de las acciones básicas. Hay un desequilibrio importante en la implementación de las diferentes mecánicas y su aprovechamiento durante la partida, porque en un juego que puedes acabar en ocho horas, que haya elementos que no puedas usar hasta pasadas cerca de seis horas indica que algo no funciona del todo bien.

 

Una duración, por otra parte, artificialmente alargada por la propia mecánica de los bucles, que nos impele a recorrer el mismo escenario cual mensajeros (irónicamente esa es la profesión de Exo) del punto A al punto B en un bucle frustrante para el jugador. Por guion se podría haber paliado la sensación de repetición cambiando sutilmente algunas líneas de diálogo dependiendo del momento vital de la protagonista en la aventura, o simplemente saltándose las interacciones más intrascendentes. Máxime cuando la narrativa es un aspecto fundamental del juego.

 

TRON: Catalyst

 

Y es que al final ese es el resumen de Tron: Catalyst: un interesante punto de partida lastrado por una mala medida de los tiempos que supone un desaprovechamiento de sus posibilidades y una tediosa sensación de repetición. Con todo, para cualquier fan de Tron es una propuesta a tener en cuenta por cómo expande y ramifica su universo.

 

Analizada la versión de PlayStation 5 | Nota: 6

Deja un comentario:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *