Conan el Bárbaro

Conan el Bárbaro: ¡Por Crom!

«¡Viaja con nosotros a la Era Hyboriana! ¡Los días en que el valor de un hombre se medía por la fuerza de su brazo!»

 

Hace casi diez años que entré por primera vez en contacto con los cómics en los que Roy Thomas, como guionista, y Barry Smith, al dibujo, ampliaban y enriquecían el universo y el personaje que creó Robert E. Howard en 1932. Howard apenas tuvo el tiempo suficiente para esbozar el que ha sido uno de los pilares de la fantasía épica tradicional (murió a los 30 años al dispararse en la cabeza en medio de una de sus frecuentes depresiones) y tuvo que ser Thomas quien rescatara al personaje a principios de los 70 para llevarlo a las páginas de varias revistas de la mano de la todopoderosa Marvel.

 

Treinta años después Dark Horse Comics se hace con los derechos de distribución con la clara intención de llevar POR PRIMERA VEZ al cine al Conan de Thomas y Smith, como ya hicieran con otros títulos de la editorial como La Máscara o Hellboy.

 

Conan el Bárbaro (el cómic)

 

 

El Conan Comiquero:

 

Y es que este Conan no es el que muchos recordaréis, sino que se trata de un bárbaro en toda la extensión de la palabra: cruel, violento, de enormes apetitos y… astuto. Este es el Conan que, en los cómics, termina gobernando una nación al proclamarse rey. El que comienza como un mercenario y atraviesa los más variopintos trabajos sin más lealtad que la que se tiene a sí mismo o a aquellos con los que establece un vínculo en la batalla. No es, ni mucho menos, un Conan con cuerpo de culturista y la misma riqueza léxica que Wall-E, sino un guerrero ágil (y fuerte también, claro) que no se basa sólo en la fuerza bruta para vencer a sus enemigos, lo cual enriquece visualmente a los combates en la película.

 

Por último, este comiquero Conan es un bárbaro vengativo. La venganza por la muerte de su padre (y de toda su tribu con él) es el motor del personaje, que no permitirá que la amistad, el amor u otros inútiles sentimientos lo aparten de su objetivo de acabar con Khalar Zym (Stephen Lang), su hija Marique (Rose McGowan) y todos sus lacayos y soldados.

 

 

Jason Momoa en Conan el Bárbaro

 

 

La violencia de esta época:

 

Así pues, Conan el Bárbaro es lo que parece: una película violenta y fantástica, situada en un mundo mágico y cruel, mucho más oscuro y bárbaro que el propio protagonista del filme. Se trata de una película entretenidísima para los amantes del género en la que Jason Momoa encandila y hace olvidar todo lo que se ha discutido su elección como el héroe cimmerio.

 

Ahora bien, aunque a Marcus Nispel, pese haber dirigido películas como Viernes 13 o el remake de La Matanza de Texas, no se lo suela incluir en el Splat Pack (cineastas como James Wan, centrados en el horror y en los miembros cercenados), el director hace méritos para entrar por la puerta grande en el grupo. Nunca ha hecho falta una cantidad tal de sangre y huesos crujientes para mostrar el horror de la guerra o la virtud con la espada. Ejemplo claro es la pelea de Conan contra los guerreros de arena (que se puede ver incluso en el trailer): precisamente la escena menos sangrienta de la película es una de las más vistosas. En algunas ocasiones, sin embargo, el film de Nispel se rebaja a la casquería (ya el propio nacimiento de Conan marca un hito en este aspecto)

 

Momoa y compañía:

 

La potente personalidad del protagonista hace palidecer a todos los secundarios que están de su parte hasta el punto de que Tamara (Rachel Nichols) y Artus (Nonso Anozie) terminan siendo casi anecdóticos y Ela-Shan (Saïd Taghmaoui), el ladrón tuerto que es salvado por Conan, simplemente sobra.

 

Khalar Zym y Marique son harina de otro costal. El primero es un reflejo distorsionado de nuestro protagonista, un formidable guerrero consumido por un amor enfermizo que busca recuperar a su esposa muerta como sea, Stephen Lang (Avatar, Enemigos Públicos) lo hace parecer un poderoso general a veces y un pobre desgraciado otras. Marique, por su parte, es un personaje misterioso a la par que repulsivo y atractivo a partes iguales. La niña bruja, interpretada por Rose McGowan (Embrujadas, Planet Terror), comienza antojándose al espectador como un frágil juguete en manos de su padre, pero termina haciéndole sospechar que es ella quien realmente mueve al cruel guerrero que la vio nacer.

 

 

Marique (Rose McGowan) en Conan el Bárbaro

 

 

En resumen:

 

Con la vista ya puesta en una más que probable secuela, Momoa nos regala a un Conan más cruel y despiadado, pero también muy atractivo y entretenido.

 

 

 

Acerca de RJ Prous

Avatar de RJ Prous

En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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