Póster de Truman (2015)

Truman: Finiquitando cuentas

Diversos autores han tocado en sus obras el espinoso tema de las despedidas y las últimas voluntades. Cada cineasta retrata estas fatalidades a su manera. Julio Medem lo acaba de hacer hace poco en Ma Ma. Coixet lo hizo hace más de una década con Mi vida sin mí. Ahora es el turno de Cesc Gay de hacer un adiós con sentimiento y mucha ternura. Y entre hombres.

 

Truman, Javier Cámara y Ricardo Darín en un momento de la película

Truman, Javier Cámara y Ricardo Darín en un momento de la película

 

Como en las anteriores producciones del catalán, la pujanza de la historia radica en un guión en plena forma que versa sobre las relaciones y las amistades, y que los buenos actores con los que cuenta la película lo hacen suyo, lo humanizan y lo hacen llegar al espectador. El despliegue de talento es indudable, por lo que seguro que sus nombres suenan en más de un palmarés. Con ironías, Ricardo Darín le planta cara al cáncer. Javier Cámara no da crédito, y eso que ha volado desde Canadá hasta Madrid para visitar a su amigo, en la que seguramente sea la última vez que le vea. Todo aderezado con sarcasmo y trozos de humor negro, con una sensación calmosa que habla de las despedidas, de los adioses, de los finales… que con ayuda se llevan mejor.

 

Claro que es fácil encauzar esta historia si se cuenta con dos pesos pesados de la actuación como son Javier Cámara y Ricardo Darín, viejos conocidos de Gay con los que ya trabajó en su anterior film, Una pistola en cada mano. El duelo entre ambos queda en un claro empate. Darín, por un lado, emprendiendo su último viaje, y Cámara, por el otro, intentando comprender la actitud. Julián (Darín) se despide con ayuda de Tomás (Cámara) y su prima Paula (Dolores Fonzi) intentando dejar todo bien atado, sobre todo lo que concierne a Truman, su perro.

 

Los protagonistas en el aeropuerto

Los protagonistas en el aeropuerto

 

Truman, como película, es clara. Con mucho mimo y respeto hacia el público, enseña las cosas con infinita ternura. Sabe ofrecer risas cuando toca, al igual que lágrimas con las despedidas. Y ante esta triste partida, Truman es el que nos guía cual lazarillo por la trama, un auténtico símbolo en toda esta historia. Porque la realidad no es fácil. Dejando a un lado la dura temática del cáncer, la relación de las personas se adelanta ante la cámara, y conmueve a un público que recibe una lección de vida.

 

Las lágrimas son inevitables, pero la cinta no cae en la ñoñería. Es un discurso fácil y asequible, pero muy potente, porque es una lección de vida y optimismo. Truman es un sincero y leal canto a la amistad, en el que Gay muestra lo más duro de la realidad con la mano más amigable y bonita posible.

Acerca de María Aller

Avatar de María Aller

Madrileña. Comunicadora. Periodista. Sagitaria. Bonne Vivante. Cine. Y festivales, series, libros, cocina, deporte... recomiéndame!

Artículos relacionados