«El cine nos enseña que el post-apocalipsis es la parte más divertida»
Hace años, conversando con una amigo sobre el siempre genial David Ramírez (B3), llegamos a la conclusión de que las mejores parodias, las más divertidas y, en la mayor parte de los casos, las más inteligentes salen de la cabeza de verdaderos amantes de lo que están parodiando. A DR le encanta el manga y sus parodias de Bola de Dragón y Evangelion lograron que me doliera la mandíbula de tanto reírme en muchas ocasiones.
A Jordi March debe gustarle mucho el cine, porque el álbum que ha publicado bajo el sello de Diábolo desprende un perfume cinéfilo bastante agradable mezclado con el fresco aroma del humor del que el guionista y dibujante ha hecho gala en las páginas de la revista El Jueves. Los Vengadores, No es País para Viejos… hasta la última entrega de El Caballero Oscuro tiene cabida en las páginas de ¡Esto es Hollywood! March nos cuenta 19 (más un «bonus-mix») películas a razón de tres páginas por filme. Este estrecho límite (marcado por la revista) hace que cada ventana a la Meca del cine goce de una gran agilidad, algo muy de agradecer cuando hablamos de humor.
«Tengo legañas como dos albóndigas»
El autor (apoyado puntualmente por Edgar Cantero, Sergio Morán y Carles Sánchez en los guiones) saca de quicio situaciones, «revela» inconsistencias, satiriza a los actores y hasta se atreve a hacer de oráculo (curiosa es cuando menos la ilustración de Padmé/Amidala) Todo esto acompañado de un cambio constante de temáticas e intenciones, no hay que olvidar que se reúnen aquí los trabajos entre 2004 y 2012 (tiempo suficiente para apreciar cambios en muchos artistas del cómic)
Otro de los aspectos brillantes del álbum es la calidad del dibujo. Casi siempre que he comprado El Jueves y ha venido cómic de March he terminado la lectura con una sonrisa en la cara y la sensación de haber invertido bien mi dinero. Las páginas del autor catalán tienen un fondo negro (casi todas) que nos transporta a la sala de cine y nos permite ver los blockbusters a través de sus ojos. De lo certero de sus caricaturas no hace falta ni hablar, ya podéis verla en la portada del tomo, pero cuando uno llega a la parodia de la película de Tintín y se encuentra con una perfecta (y desternillante) imitación del dibujo de Hergé no puede sino alabar el estilo camaleónico de March.
«Nos dejó depauperados perdidos, pero que majete era el jodiopolculo«
La manera de leer ¡Esto es Hollywood! es a razón de una película de vez en cuando porque, igual que no nos vemos siete películas de una tacada, atacar a las parodias de Jordi March engulléndolas sin ton ni son puede provocar que nos empachemos muy rápido. También es cierto que muchas de las historias se disfrutan aún más si uno ha visto la película en cuestión. Pero la solución para eso es bastante sencilla, ¿no creéis?
Lo que sí que se echa un tanto en falta es algún extra para los aficionados. Algunos bocetos o unas palabras del autor sobre su obra habrían hecho de este buen tomo un imprescindible en nuestras bibliotecas. Habrá que contentarse con algunos dibujos extra de March repartidos por las cubiertas y las páginas que las rodean.
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