«Es lo que ustedes, las personas, se niegan a ver«
Dos series han emergido de las cenizas que dejó Batman Eterno. Academia Gotham nos lleva a una suerte de colegio al más puro estilo Howarts para vivir aventuras en compañía de un grupo de chavales y Gotham a Medianoche recoge el testigo del acertado acercamiento al siempre polémico personaje de Jim Corrigan alias El Espectro que se hizo a lo largo de la anteriormente citada colección semanal. Mientras que la primera mantiene un tono positivo y presenta una galería de personajes adolescentes clásicos y divertidos, el cómic que nos ocupa hoy adopta un tono oscuro y tenebroso que ratifica con un grupo protagonista tan siniestro como Ray Fawkes y Ben Templesmith han sido capaces de idear.
En Batman Eterno fuimos testigos de cómo el delicado equilibrio de las fuerzas místicas y espirituales se ha roto en Gotham a raíz de los rituales perpetrados por la Hija del Joker en los subterráneos de la ciudad a partir del sacrificio de los presos de Arkham (lo que, curiosamente, derivó en el hundimiento de la institución, uno de los acontecimientos que más peso tienen en la trama de Academia Gotham). Corrigan y Batwing estuvieron allí y desde un principio quedó clara la intención de sacar más ‘chicha‘ de esta colaboración, aunque lo cierto es que esperábamos ver a Corrigan de nuevo acompañado por un miembro de la batfamilia en una serie orientada hacia lo esotérico.
«¿Qué?¿Has venido a por mí?«
No ha sido así y Fawkes nos presenta a un heterogéneo grupo de operaciones paranormales dentro de la policía de Gotham al que va a visitar un agente de asuntos internos intrigado por el gasto que realiza un departamento sin un sólo arresto en su haber. Aquí, la factura, o la herencia, del estilo de las actuales series de televisión es más que evidente y el autor utiliza este acontecimiento como cuña para presentarnos el ‘modus operandi‘ del grupo en esta su primera saga.
Tampoco es que haga mucha falta, ya que Fawkes nos lleva al barro enseguida en una serie de ritmo ágil y una más que obvia querencia por los ambientes sombríos y misteriosos. Aquí, su alianza con Templesmith se revela como perfecta. El multipremiado dibujante de series como 30 Días de Oscuridad se mueve como pez en el agua en una colección que pretende hacer aflorar los peores espíritus dormidos bajo la siniestra y descolorida superficie de la ciudad gótica. Algunas de las ilustraciones que podemos contemplar en este primer tomo son verdaderamente terroríficas en su simpleza. El color, a cargo del propio Templesmith, no hace sino incidir en la siniestra sensación que transmite la obra desde la primera y hasta la última de sus páginas.
Esta serie, al igual que su prima hermana Academia Gotham, constituye toda una sorpresa en un universo ya saturado de historias sobre el Caballero Oscuro que parecía no tener cabida para nuevos enfoques. Ray Fawkes (al igual que Becky Cloonan, esa ‘protegida’ de Scott Snyder que ahora emprende el vuelo en solitario) nos demuestra que siempre se puede contar algo nuevo y que la presencia de Batman en su propio universo puede simplemente entenderse como accesoria si ello ayuda a la historia que se pretende contar. A menudo hablamos acerca de la crisis económica y de ideas que está experimentando DC en la actualidad, pero eso no quiere decir que no puedan aparecer de cuando en cuando grandes ideas en los lugares más insospechados. Academia Gotham y esta Gotham a Medianoche son dos de ellas y haríais bien en no dejarlas pasar.
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