«Y lo perdió por culpa de hombres como vuestro Batman«
Cada vez más cerca del final de Batman Eterno y aún no estamos ni tan siquiera un poquito más próximos que al principio de saber qué demonios está sucediendo en Gotham ni quién está detrás de todo este caos sin sentido. Lo único cierto es que con todo este mareo estamos disfrutando de una de las series más apasionantes que se han escrito recientemente sobre el Caballero Oscuro y su universo. Los tres tomos que nos ocupan hoy van cerrando poco a poco las líneas argumentales secundarias para centrarse en la búsqueda de Batman y los aliados que aún le quedan del misterioso villano que ha estado invitando a decenas de mentes criminales a presenciar la caída de Gotham.
Es, de hecho, al final de estos tres números cuando por fin alcanzamos el argumento que ya leímos hace meses en Batman #28 (¡hace casi un año de ello!). Catwoman se ha visto obligada a erigirse en la nueva cabeza visible del crimen organizado gothamita tras la caída de Falcone y el Pingüino y la invitación de su padre (Rex Calabrese) a tomar las riendas del que fuera un día su imperio. La Selina Kyle que conocíamos ha mutado a lo largo de la serie en un ser muy alejado a lo que se nos suele ofrecer y, sin embargo, tan creíble dentro de su papel de capo que da miedo. Catwoman es una de las más frías cabezas de las familias criminales de la ciudad gótica que haya habido jamás y ello unido a su pasado en la calle y a sus lazos con Batman la convierten ahora en uno de los personajes más interesantes del imaginario murcielaguil.
«Podríamos volvernos tan ricos que ni tan siquiera recordaríamos quién es Batman«
Pero Catwoman tan sólo es una actriz más dentro de la compleja trama que se ha ido tejiendo alrededor del héroe que da nombre a la serie. En Batman Eterno #9 somos testigos del enfrentamiento final entre el Caballero Oscuro y Silencio para darnos cuenta, nada más terminar el combate, de que Tommy no era nada más que otra marioneta en el retorcido juego que preside esta colección. Por el camino, Scott Snyder y compañía dinamitan otro de los pilares fundamentales del personaje al despojar a Bruce Wayne de sus posesiones y convertir la mansión Wayne en el nuevo asilo para criminales dementes de la ciudad (no lo dudéis, habrá serie sobre ello). La lógica parece ser la de que si a Oliver Queen la pobreza le ha sentado de maravilla en manos de Jeff Lemire para reencontrarse a sí mismo, ¿por qué no someter a Bruce a las mismas penurias?
Tras Silencio le llegará el turno a Edward Nigma (uno de mis preferidos para ser el villano final por aquello de cerrar el círculo iniciado con Batman: Origen) y al Sombrerero Loco en Batman Eterno #10. Del primero está claro que aún no se ha dicho todo (¿qué ocurre tras la desastrosa pelea en la nieve con Batman?) y doy por seguro que lo volveremos a ver al menos una vez antes de que la serie llegue a su fin. Tetch, por el contrario es alguien a quien no esperábamos y que, sin embargo, tiene todo el sentido que aparezca. Con él llegamos al final de una de las líneas argumentales que nos tenían fascinados desde el comienzo de las serie y recuperamos a un personaje que, desde su tranquilidad, resulta mucho más importante para el devenir de la serie de lo que uno se podría imaginar.
«¿Es Batman eterno?«
No es hasta Batman Eterno #11, con la aparición de uno de los más antiguos enemigos del Caballero Oscuro, que se plantea la pregunta que da nombre a la serie y la verdad es que tanto la situación como el verdadero significado de la misma nos dejan de piedra. Rodeado de alucinaciones que van desde el Batman: Año 100 de Paul Pope hasta una visión del que podría haber sido el Batman del futuro con Damian Wayne bajo la máscara, el protagonista es interrogado nada menos que por su legado y el testigo que algún día, quizás no muy lejano, deberá pasar a quien Bruce Wayne considere digno de vestir la capa oscura y el símbolo del murciélago.
El apartado gráfico, conforme se acerca el fin de la serie, comienza a destacar cada vez más, con ilustraciones tan estupendas como las que dan color a este artículo (homenaje a Juego de Tronos incluido) y que corren a cargo del cántabro Álvaro Martínez y el americano Jed Dougherty. Particularmente asombroso es el realista y estremecedor dibujo de Juan Ferreyra para el último capítulo de estos tres tomos. DC ha puesto toda la carne en el asador con esta serie y parece, por el cartel y las ganas, que le haya dado más crédito y más cancha que a otras tan supuestamente influyentes como El Fin del Mañana o El Multiverso. No puedo esperar a que salga el último y definitivo Batman Eterno #12.
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