«¡El auténtico juego no ha hecho más que empezar!«

DC tiene a Geoff Johns como arquitecto de sus grandes sagas y salvador de las series que atraviesan malos momentos. Sin embargo, la parcela que le corresponde a la Batfamilia lleva desde 2011 monopolizada por el genio de Scott Snyder, un tipo que ya estaba deslumbrando en Detective Comics antes de que Flashpoint pusiera el Multiverso DC patas arriba y que, desde entonces lleva tres arcos argumentales al frente de las aventuras del Caballero Oscuro con una intensidad y un interés crecientes. Con el Tribunal de los Búhos logró desvincular a Batman de su ciudad, en La Muerte de la Familia haría lo mismo con sus aliados habituales y ahora, a modo de un largo paréntesis, se decide a contarnos el pasado del justiciero en el Nuevo Universo DC, reescribiendo parte de lo que ya conocíamos y rellenando los huecos que sus predecesores al frente de la cabecera dejaron.

La saga que ahora termina, Origen, nos ha llevado a los primeros días tras el regreso de Bruce Wayne a Gotham. Así, hemos podido ver el enfrentamiento entre Batman y el Capucha Roja original que serviría como historia iniciática para el gran villano de la colección (y de DC si me apuráis): el Joker. Tras esta breve, pero intensa historia, el argumento se ha centrado en la partida de ajedrez que han jugado Batman y el Enigma por el control del alma de Gotham. Aquí ha sido donde Snyder ha decidido tirar de todo su potencial narrativo, construyéndonos un relato en el que no han faltado los giros inesperados y las múltiples derrotas de un héroe en prácticas que ha tenido que aprender a apretar los dientes y a esperar a su oportunidad para asestar el golpe final a un enemigo que ha golpeado donde menos lo esperaba nuestro protagonista.

«Aquí es donde las cosas se vuelven un poco enrevesadas«

Lo genial de Snyder es que conforme sus historias han ido mejorando se han ido volviendo menos… físicas. Su primer arco fue un juego mental fantástico en el que Greg Capullo nos dejó algunas viñetas gloriosas, pero en última instancia requirió de la lucha cuerpo a cuerpo contra las Garras para poder darle un cierre al argumento. El regreso del Joker, sin embargo, fue perdiendo acción conforme avanzaba la trama para terminar en aquella cena de familia en la que el psicópata cercenó los lazos existentes entre Batman y sus subalternos hasta que, en medio de una pelea en la que su físico no pudo igualar al del Caballero Oscuro, su cuerpo se perdió en las profundidades de las cavernas gothamitas. En Origen hemos visto muy poca acción directa y ésta siempre ha sido con secundarios a las órdenes de Enigma, el enfrentamiento final entre el villano y los tres héroes que se alían en su contra es llevado al plano intelectual con total elegancia y sirve para aportar coherencia y verosimilitud a la relación de confianza entre el héroe enmascarado y sus aliados.

Batman #33

Así, en estos dos números finales somos testigos de una batalla como pocas se han visto en las páginas de esta colección entre Batman, Gordon, Lucius Fox y el Enigma. Al final, es mucho menos importante la derrota o no del villano (algo que ya podemos suponer al ser esta una historia del pasado) y sí que lo es el crecimiento de los personajes implicados y de las relaciones existentes entre ellos. El pasado de Gordon, tan de moda ahora por la televisiva Gotham, se afianza y su relación de confianza/desconfianza con el héroe queda perfectamente relatada en estas páginas. Pero a mi entender es Edward Nigma uno de los mayores beneficiados de la trama: reducido a una caricatura de sí mismo recientemente, el enemigo de Batman se convierte en una amenaza a tener en cuenta gracias a este arco argumental. Lo intrincado de sus planes y la maestría de su ejecución han mantenido en jaque al joven Bruce número tras número… Y eso lo hemos disfrutado los fans como enanos.

«Sólo le hace falta una buena paliza«

Todo lo anterior versa sobre la cabecera principal del hombre murciélago. ¿Qué pasa con Detective Comics? Como ya vimos en números anteriores, en la segunda colección del Caballero Oscuro Francis Manapul y Brian Buccellato devuelven al personaje al presente para que se haga cargo de la investigación del asesinato de una nueva benefactora de la ciudad gótica. Con Gordon entre rejas tras los acontecimientos relatados en Batman Eterno, nuestro protagonista se ve obligado a lidiar con el siempre reticente Bullock en una investigación que lo saca de las historias de villanos de trajes coloridos para sumergirlo en el mundo del hampa. El argumento, que conforme va avanzando se ve cada vez más y más enredado en la trama de la serie semanal de DC, nos devuelve al detective y prescinde de gadgets y artilugios para mostrarse como un auténtico ejemplo de novela negra en viñeta.

Detective Comics #33

El tercer tomo del que nos ocupamos hoy, Batman #34, contiene el tercer anual de Detective Comics, que se aprovecha en esta ocasión para profundizar en la historia de Ícaro e introducir en el nuevo Universo DC a Julian Day, más conocido por todos como el Hombre del Calendario, uno de los villanos clásicos de Batman cuya historia se ve radicalmente modificada en esta ocasión para convertirla en algo más siniestro de lo que recordábamos. Es este anual también un canto contra el maltrato infantil, aunque sin la delicadeza ni el arte que vimos hace algunos meses en Gritos en la Noche.