«Has tomado un largo camino para encontrar un breve fin«
Cuando el último de los conspiradores contra los que Lobezno dirigió su venganza cayó el mes pasado en el tercer número de la colección que están sacándose de la chistera Jonathan Hickman y Greg Capullo, todos pensamos que hasta ahí nos había conducido la trama y que poco más quedaría por contar. En esta cuarta entrega de Lobezno: Venganza, sin embargo, ambos creativos nos demuestran que siempre hay algo después de una venganza… La venganza de la venganza (¿la revenganza?). Dicho de otro modo, que la violencia es cíclica y circular y que siempre termina volviéndose en contra de quien la ejerce en primer término. A Logan le tendieron una trampa y a resultas de ello varios de sus mejores amigos cayeron en un injusto combate. Luego Lobezno ejerció sobre ellos su propia y afilada versión de la justicia y ahora…
Ahora Hickman recluta a un nuevo grupo de personajes para que traten de dar caza a un Logan que nos recuerda muchísimo a aquel que ya presentara Mark Millar en su primer acercamiento al Viejo Logan. Lo que ocurre es lo de siempre: el que es el mejor en su trabajo lo sigue siendo aún después de haber comenzado a peinar canas y a dejar muy atrás aquel mundo en el que luchaba por hacerse un hueco en los Vengadores o por que Jean Grey tuviera ojos para otro que no fuera el tonto y estirado de Cíclope. Todo esto bajo la batuta de una misteriosa mano que, bueno, no sorprende a nadie y en un mundo que lucha por volver a avanzar un par de décadas después de la sangrienta cacería de nuestro protagonista.
«¿Ves lo que es? Una fuerza de la naturaleza implacable e inevitable«
No os pretendo engañar. Lobezno: Venganza no es el nuevo Planet Hulk o Old Man Logan. Lobezno: Venganza es un What If… en el que Hickman y Capullo han volcado toda su mala leche y sus ganas de pasárselo bien. Es un entretenimiento sin consecuencias (de momento) que sirve para que nos lo pasemos pipa mientras esperamos a la nueva temporada del mutante de las garras de adamántium en el raro mundo que nos ha quedado tras el fin de los días de Krakoa. Es, como no me cansaré de decir, lo que debió ser en su día la Guerra de Dientes de Sable: Algo que podamos leer sin sentir que nos están ocultando la verdadera historia tras unos chapuceros fuegos de artificio y algo que nos divierta sin necesidad de acuchillar a la continuidad marvelita hasta hacerla sangrar.

Lobezno: Venganza #4
El mes que viene llegará a nuestras librerías (de la mano de Panini por supuesto) la quinta y última parte de esta historia, con más venganzas, desmembramientos y giros locos de guión. ¿Veremos a este Logan en algún momento del futuro próximo cruzar su camino con el de alguno de los héroes de la continuidad principal del universo Marvel? No quiero ni saberlo. Por el momento me basta y me sobra con divertirme al ritmo de la batuta que mueven este par de genios del mundo del cómic.
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