«Quizá fuera un plan idiota y ya está«
Si tuviéramos que dividir la sorprendente colaboración entre Jonathan Hickman y Greg Capullo en varios actos diríamos que la primera grapa que publicó Panini de Lobezno: Venganza constituiría en sí misma el primero de ellos (en él se nos presenta el drama inicial que da color al mundo que va a recorrer Lobezno y el secundario que da combustible a su venganza) mientras que la segunda y esta tercera entregas de la miniserie harían las veces de un velocísimo segundo acto en el que Logan da rienda suelta a sus instintos asesinos y se encarga de impartir justicia entre quienes traicionaron a la humanidad poco después de que el apocalipsis llegara a la Tierra. Esto hace que basten los tres primeros números de esta colección para tener una historia completa y funcional (para que luego hablemos de otros autores y de su necesidad de, al menos, diez entregas para comenzar a arrancar), pero también plantea una duda sobre el rumbo de la trama en los dos cómics que quedan y la intención de esta obra en su conjunto.
Porque este Lobezno: Venganza #3 es un calco del anterior. Logan llega a un sitio donde está uno de los mutantes responsables de la muerte del Capitán América, Soldado de Invierno y otros muchos, y Logan utiliza la piel del susodicho mutante para que sus garras no pierdan filo… Hasta que llega a la cabaña en la que se ha refugiado Coloso y entonces comprobamos que incluso los gigantes metálicos son capaces de sangrar. El segundo acto de Lobezno: Venganza es una carnicería de principio a fin y es pura diversión macabra, pero ahora les quedan al guionista y al dibujante dos entregas que deberían explorar las consecuencias de esta cacería y profundizar acerca del mensaje que pretenden hacernos llegar con esta historia.
«Lamento que haya acabado así«
Comenta Julián M. Clemente que sorprende ver a un Coloso continuista con el de la etapa de Krakoa y tan poco de fiar como éste, pero basta con echar la vista un poco más atrás para ver cómo el gigante metálico ruso no dudó en convertirse en uno de los Cinco del Fénix cuando se enfrentaron la Patrulla-X y los Vengadores hace algo más de una década y sólo hay que ver cómo ha ido dando tumbos su historia desde entonces para darnos cuenta de que la Casa de las Ideas no sólo lleva una buena temporada socavando a la Bestia, sino que el bueno de Peter hace ya mucho tiempo que dejó de merecerse tal adjetivo antes de su nombre propio.

Apenas hay dos diferencias entre la Red Band y la ‘No Band’ de Lobezno: Venganza #3
¿Y qué nos espera ahora? A tenor de la portada del siguiente número un buen salto temporal, pero lo cierto es que estoy intentando no enterarme de nada. Historias como ésta se disfrutan mucho mejor cando sólo sus creadores saben hacia dónde pretenden conducirnos y un servidor, por una vez, quiere ser uno más de entre todos vosotros. Lo que sí que es cierto es que por mucha Red Band que nos anuncien, la historia habrá de ser forzosamente un tanto más introspectiva de cara a su resolución final en un par de meses.
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