«Menuda sorpresa se llevará al verte«
Último número de Lobezno: Venganza, el cómic con el que Greg Capullo regresa a la Casa de las Ideas y el vehículo perfecto para que él y Jonathan Hickman se desmelenen con un personaje tan profundo y polifacético como puede serlo el bueno de Logan. Si la primera parte nos llevó a culminar la venganza del mutante de las garras de adamántium contra la Hermandad de Mutantes Diabólicos que había impedido que Estados Unidos se salvara de la hecatombe eléctrica tras la muerte de Magneto, esta segunda ‘mitad’ de la trama lleva la venganza a las puertas de nuestro protagonista a través de la figura de un desmejorado Dientes de Sable, empeñado en librar al mundo del que haya sido siempre su mayor enemigo escudándose en el supuesto peligro de un mutante que se ha ido cobrando la vida de cada amenaza que se le ha presentado por el camino.
En Lobezno: Venganza #4 vimos a Logan luchar contra los descendientes de Rojo Omega como aperitivo del que iba a ser el plato final de esta serie: el combate entre nuestro protagonista y Nikolai Rasputin, el hijo de Coloso que jura vengarse de Lobezno tras la muerte de su padre a manos de éste. La batalla es tan sangrienta y salvaje como un cómic Red Band nos puede indicar y acaba, entre otras cosas, con el remedo de vida que le quedaba al Míster Potato tuerto en el que se había convertido Victor Creed (¿no sentir ninguna lástima es normal en estas ocasiones?). Pero sobre todo sirve para ponerle un punto y final a esta historia que sea satisfactorio para toda clase de lectores, incluyendo a los menos avispados y los que no hayan sabido leer el verdadero mensaje detrás de toda esta ultraviolencia.
«Y así es como siempre acaba: con venganza«
Porque Lobezno – Venganza tiene una clara moraleja: El ciclo de la venganza es infinito siempre que una de las partes siga manteniendo deseos de revancha por las acciones que haya llevado a cabo su oponente en última instancia. La única manera de romper este ciclo de violencia y deudas de sangre pasa por el perdón y por la aceptación del castigo que nos corresponde a cada uno por las acciones que hemos llevado a cabo mientras el revanchismo nos cegaba el buen juicio. El cierre para la historia que nos proponen Hickman y Capullo supone la clausura de esta espiral de violencia (aunque nos abra el camino para otras posibles en función de lo que quiera la editorial estadounidense).

Lobezno: Venganza #5
Desconozco cómo habrá funcionado la doble edición de este cómic (normal y Red Band) a través de Panini en España, pero me quedo con que estos dos artistas nos han vendido una historia muy atractiva en su sencillez y han plantado la semilla de futuros retornos tanto al universo que han creado para la ocasión como de sus propios personajes al nuestro (a la Tierra-616). Se nota que ambos se lo han debido pasar genial con esta aventurilla, pero lo cierto es que nosotros los lectores nos hemos beneficiado de un cómic que hace menos dura la espera para que el mutante de las garras de adamántium recupere su propia cabecera en la Marvel del presente siglo.
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