«Por viejo y cínico que sea, eso siempre sienta bien«
Poco a poco Saladin Ahmed va cerrando el tiro en torno a la historia que quiere contar en la cabecera de Lobezno que Marvel ha puesto en sus manos. El autor, natural de Detroit, nos trae dos historias diferentes: por un lado vuelve a poner en manos de Logan la vida de un joven que necesita ser entrenado y/o salvado de sí mismo. Se trata de la enésima encarnación del Wendigo, esta vez en el cuerpo de un pobre chaval que se perdió en los nevados bosques canadienses y tuvo que recurrir a métodos muy poco ortodoxos para sobrevivir. Y por el otro nos propone la aparición de un nuevo metal, el adamantino, que parece tener voluntad propia y considerar al adamántium como una versión menor e imperfecta de sí mismo.
Sobre la primera trama poco os puedo contar que no sospechéis ya. Entre el monstruo y Logan se establece la ya clásica relación que Lobezno ha establecido con otros mutantes anteriormente (como Kitty, Armadura, etc.) aunque en este caso la tragedia anda revoloteando a la pareja en todo momento ya que parece muy complicado que el crío termine zafándose de los instintos asesinos de la criatura de carácter mágico en la que se ha convertido. Es la segunda la que merece mayor atención e interés por parte de los lectores, ya que nos ofrece la posibilidad de enfrentar a Logan con gran parte de sus enemigos clásicos (Dama Mortal y Constrictor en esta entrega), pero esta vez con el ‘power-up‘ de un metal que habla directamente a la mente de quienes hayan vestido alguna vez a sus órganos con el frío toque metálico del adamántium.
«¡Espabila chaval! ¡Ha llegado nuestro taxi!«
No tengo muy claro hacia dónde se pretenderá dirigir Ahmed con esta trama, pero por el momento ya ha conseguido que quiera seguir leyendo más de una etapa que, pese a dar la impresión de ser ‘de transición’ comienza a apuntar muy buenas maneras. Contarnos una nueva historia sobre el Logan que no puede quitarse el sombrero de maestro de descarriados es siempre positivo y mola, pero también gusta bastante que este guionista se haya atrevido a profundizar en algo tan sagrado como el metal que recubre los huesos del mutante que protagoniza esta serie que publica en España Panini.

Lobezno #3 (#164)
En un momento, después de la sensacional Era de Krakoa, en el que las series mutantes no parecen encontrar un rumbo interesante al que dirigirse quizás sea el momento de fijar nuestra atención en las series de personajes individuales para ver sobre qué puntos eligen centrarse cada uno de sus guionistas y ver si desde ahí es posible desarrollar alguna historia de más enjundia.
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