«Me llevó a su laboratorio, en las afueras de Patópolis…«
Cuando se anunció la compra de Marvel por parte de Disney las redes se poblaron de fanarts parecidos a la imagen que acompaña a estas líneas dando a entender una cosa que ahora se confirma: que la pregunta de si habría cruces entre el universo Disney y el de la Casa de las Ideas no se respondía con un sí o un no, sino con un cuándo. La cuestión pasaba por encontrar una excusa válida para abrir la puerta a que los personajes de Disney se disfrazaran de los héroes de Marvel y ésta llegó con el centenario de Disney y en forma de una serie de portadas alternativas que abrieron la veda para que terminaran apareciendo cómics como este What If, que reimagina a los personajes de Lobezno, Ojo de Halcón o la Capitana Marvel.
Para tal efecto la Casa de las Ideas se ha rodeado de buenos guionistas (sólo hay que ver como en Tío Gilito y la Moneda del Infinito, del que en algún momento nos hablará Luis Olmedo, Marvel tiró nada menos que de Jason Aaron) y de artistas con una dilatada experiencia en los cómics de la casa del ratón. Todo con el objetivo de crear no sólo algo que sirva de homenaje puntual a los cómics que leíamos de críos dentro de la colección de los Jóvenes Castores, sino con la idea de recuperar precisamente esa clase de cómics para que tanto los nostálgicos como los nuevos lectores que acaban de comenzar en el mundo de los tebeos puedan disfrutar de nuevo con las aventuras y el buen rollo que desprendía todo este universo creativo.
«Esa puerta era casi nueva. ¡Tendrás que pagármela!«
No os voy a engañar, What If: ¿Y si Donald fuera Lobezno? y Otras Historias es, sobre todo, un cómic infantil que, a lo sumo, os va a arrancar alguna sonrisa cómplice con referencias y chistes para todos los públicos. Para un chaval, sin embargo, es una pasada y un acontecimiento: cuando dos de los mundos que están definiendo su infancia colisionaron en un único cómic. Algo que recordarán como muchos de nosotros habremos hecho cuando los personajes de dos series de las que seguíamos por la tele de pequeños coincidían, o cuando DC y Marvel hicieron una pausa en su agenda de putaditas y cruzaron sus universos superheroicos. Es, sin duda alguna, algo que vais a querer conservar en vuestra librería durante mucho tiempo.

Me he enamorado de este dibujo. ¡Me parto de la risa!
Y es que, además, Panini acompaña a este cómic de una extensa galería de extras que nos hablan del proceso creativo y de las emociones de todos los creativos implicados en el proceso y eso sí que es un regalazo para los que somos un poco más mayores. Y una galería de portadas que nos permite reimaginar a estos personajes (además de al pato de portada tendremos a Mickey Ojo de Halcón, Donald Thor y Minie Capitana Marvel) a través de los ojos de un buen puñado de artistas (lo siento, pero mis portadas favoritas, de largo, son las de Skottie Young [como la que precede a estas líneas]) que a buen seguro se habrán quedado con las ganas de colaborar un poquito más con los interiores de este estupendo cómic.
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