Servamp #11

Servamp #11: Se nos va de las manos

Servamp #11«Venga, nace de una vez«

 

Menuda ida de pinza supone el último tomo publicado en España por ECC de Servamp. Me imagino a los lectores japoneses, leyendo un capítulo a la semana y quedándose a cuadros con algunos de los que recoge el undécimo tomo de la colección. El shojo/shonen de Tanaka Strike ya había demostrado en el pasado un cierto abuso del diálogo en plena secuencia de acción, pero en esta nueva entrega llega a un nuevo nivel, introduciendo algunos monólogos tan surrealistas que más bien parecen viajes psicotrópicos inducidos por alguna clase de droga. Los villanos de esta trama (si es que existe algún villano en este cómic, cosa que dudo) se dedican a regalarnos profundas reflexiones acerca de la identidad, la realidad y el reconocimiento, pero tratan de utilizar un lenguaje y unos recursos tan elaborados que por el camino pierden a los lectores.

 

No me opongo, nunca lo haré, a un cómic que es capaz de parar un combate y resolver un enfrentamiento con el diálogo. Tampoco me ofenden (les tengo cariño y todo) los discursos clásicos de villano. Pero cada cosa tiene su tempo y abusar de un recurso puede conducir al hastío y a confundir a los lectores, que tratan de seguir la trama y se pierden en un mar de reflexiones y explicaciones. Recuerdo que me pasó algo muy parecido en HunterxHunter (algún día volveré a por ella) y sus extensas explicaciones de cómo funcionaba el mundo en el que viven los personajes o, quedándonos en ECC, en los largos apéndices que en ocasiones acompañan al manga de Overlord.

 

«Si habla con ellos, seguro que se entienden«

 

Todo esto conduce a un tomo en el que pasan muchas cosas para que, en el fondo, no pase nada. Como en aquellos capítulos de Bleach en los que apenas veías unas cuantas ilustraciones bonitas o esos episodios de Dragon Ball en los que Goku sólo seguía engordando la Genkidama. La batalla en la sede del C-3 sigue encarnizada y la imagen que cerraba el anterior tomo se evapora rápidamente en la que puede ser la primera vez que una historia de Servamp no se resuelve con un determinado grado de optimismo. Se dejan también perfilados un par de argumentos que habrá que desarrollar a partir del próximo número, pero las batallas principales apenas avanzan y los ‘veinte minutos’ que se supone que le quedan a la base de la organización antes de colapsar se nos van a hacer eternos.

 

Servamp #11

Servamp #11

 

Seguiré dándole oportunidades a esta colección y leeré su duodécima entrega, pero este número casi me expulsa de su lectura. Me parece muy tramposo alargar una trama con monólogos que no llevan a ninguna parte. Vale que todos los personajes de Servamp tengan pasados traumáticos y tristes, pero también los tenían los doce de Fruits Basket y ése fue un manga que disfruté un montón leyendo. Le sobra a Servamp un buen puñado de reflexión vacía y le falta un poco más de acción de verdad (o de comedia, que también vale y tiene muy buenos personajes para ello) para poder perdurar en nuestra memoria. A ver cómo se desenvuelve a partir de la siguiente entrega.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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