Servamp #3

Servamp #1-3: Cesta de frutas

Servamp #1«Los tíos como tú son los más peñazos«

 

Tras la publicación de mi adorada Crows (uno de los mangas con los que más he disfrutado en los últimos tiempos) ECC vuelve a apostar por el cómic japonés para adolescentes con una colección que se autodenomina shojo (manga tradicionalmente para chicas) pero que bebe de tantas fuentes del shonen (batallas, técnicas, protagonista masculino y adolescente…) que he tenido que confirmarlo un par de veces. Servamp, de Tanaka Strike, se viene publicando desde 2011 en la revista Monthly Comic Gene y ha llegado a contar, incluso, con una adaptación al anime que vería la luz a lo largo del verano de 2016.

 

De comienzos algo titubeantes, no es hasta el segundo tomo que la serie comienza a despegar de verdad, Servamp cumple con gran cantidad de los clichés que se atribuyen al manga para estas edades y quizás su única valentía consista en mezclar shonen y shojo en una época en la que tales diferenciaciones por género tienen cada vez menos sentido. Valentía, que no innovación, porque me surgen de carrerilla varios shojos que juegan a este doble carácter desde hace ya casi veinte años (xxxHolic se considera hoy en día shonen, pero durante años el peso del sello CLAMP lo mantuvo en el otro cajón… sin llegar a pertenecer a ninguno y a los dos al mismo tiempo). No busca, sin embargo, Servamp destacar por su capacidad de innovación, sino que trata (y logra) de entretenernos con una historia ágil y muy divertida en la que los personajes lo son todo.

 

«¡Rápido, dile a Kuro que me mate sólo a mí!«

 

El título de esta reseña no es baladí. El manga de Strike rápidamente me hace recordar a otro en el que, si bien no había nada de combate y sí mucho triángulo amoroso, se repetían algunos de los ingredientes de este cómic. ¿Una familia antigua de seres sobrenaturales que se transforman en animales y que se llevan a matar con uno de ellos que quedó excluido de la rama principal? ¡Coñe! ¡Pero si eso es Fruits Basket! Como he dicho, Servamp no destaca por su originalidad, de hecho veo a su autora algo titubeante al principio en relación a hacia dónde pretende llevar la historia y a su protagonista (cuya personalidad no se termina de asentar hasta el final del segundo tomo).

 

Servamp #2

Servamp #2

 

Los animales del zodiaco chino son sustituidos en este manga por los siete (más uno) pecados capitales reconvertidos en vampiros-sirvientes (SERvant VAMPires, sí, es simple). A Mahiru Shirota, nuestro protagonista, le toca lidiar con Kuro (aka Sleepy Ash), representante vampírico de la pereza. Lo que en el primer tomo se nos revela como un auténtico coñazo va suavizándose poco a poco y genera a un personaje profundo y con una creciente vena humorística. Su química con su Eve (su amo) también va evolucionando desde la completa incompatibilidad hacia un equilibrio muy interesante que vemos más veces repetido en otras parejas a lo largo del manga, dejando ver que Strike es una firme defensora de aquello de que los polos opuestos se atraen.

 

«Tu Lily no puede vencer a mi Jeje de ninguna manera«

 

Pero lo verdaderamente potente de este cómic son sus personajes secundarios. Cada nuevo servamp que nos es presentado se sale completamente de cualquier predicción que pudiéramos haber hecho y, justo en ese sentido, la primera vez que vemos a los avatares de la ira y la gula el shock es potente. Pero es Snow Lily, el servamp de la lujuria, el que más carcajadas nos va a arrancar. No sé qué diría exactamente en japonés, pero la adaptación española ha hilado muy fino para que su chiste recurrente no se pierda con la traducción.

 

Servamp #3

Servamp #3

 

El dibujo es otra de las cosas a las que hay que acostumbrarse en este manga. El primer tomo nos presenta unos cuidados diseños de personajes que se van por la cloaca cada vez que hay algo de acción. Sin embargo, la evolución de la mangaka es rápida y no pasa un tomo hasta que la vemos funcionar mucho mejor en el apartado visual con unos trazos mucho más limpios que permiten entender mucho mejor las secuencias de combate. También costaba pillar las peleas de Naruto en sus comienzos, oiga.

 

Por el momento no ahondaré mucho más porque lo que debéis hacer es lanzaros a por este manga de ECC para darle un tiento, más adelante ya hablaremos de Misono, de Sakuya, del C3

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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