Intachable / Víctor Santos

Víctor Santos: «El género negro es el género más social de todos»

Intachable / Víctor SantosEn Intachable Víctor Santos echa la mirada a la corrupción en nuestro país, a 30 años de corrupción, para contarnos la historia de César Gallardo, un hombre sin escrúpulos que hará cualquier cosa por llegar a la cima. Un hombre al que lamentablemente vemos día sí y día también en cualquier informativo, en la portada de los diarios y en las tertulias políticas. El artista valenciano habla de la actualidad y de la historia reciente de nuestro país en clave de género negro. Sobre esta, su obra más reciente, hablamos en esta entrevista.

 

Pregunta: ¿Cómo surge la idea para el cómic?
Respuesta:
Inicialmente fue un encargo de Panini, no con una premisa argumental completa, sino más bien una dirección. Tenían la idea de intentar captar nuevos lectores abordando temas ajenos al mundo superheróico de sus cómics Marvel, temas actuales que pusieran interesar a un lector no habitual. Pero a la vez que tampoco fuese algo «periodístico». Se planteó el tema de la corrupción inmobiliaria, dijeron algo así como «¿Por qué no tratarla desde el punto de vista del género negro?«, y mi nombre salió. Me pidieron una propuesta argumental que convertí en el primer borrador de Intachable, apenas un folio, y a partir de ahí desarrollé con ellos el proyecto a mi estilo e incorporando los temas que me interesaban.

 

P: Te has ocupado de todo: guión, dibujo, entintado… ¿cómo ha sido ese proceso de creación? ¿Era importante tener el control total sobre la obra desde el principio?
R:
Pues podía haber contratado a un colorista, pero tenía el gusanillo de hacer algo como autor completo. Hacía mucho tiempo que no me ocupaba de todo ya que en el mercado americano siempre acabas siendo una parte del proceso creativo por el ritmo de trabajo tan frenético que llevan.

Así que aunque me iba a dar un montón de trabajo más, decidí colorearlo y rotularlo yo mismo para tener ese control absoluto, de manera que acabó convirtiéndose en algo muy personal.

Me encantan las obras creadas por un solo autor, como Kane de Paul Grist, los cómics de Sin City o la obra de Luis Durán o Paco Roca, obras en las que hablas de tú a tú con el autor. No es que me dejen de gustar tándems famosos como Brian Azzarello y Eduardo Risso, o Jodorowsky y Moebius. Yo mismo he disfrutado de las ventajas de la colaboración con autores de un talento increíble que se han acabado convirtiendo en mis amigos. Pero hay algo especial en la autoría única…

 

P: ¿Por qué estructurar la historia como un gran flashback?
R:
Me acuerdo que hablando con Julián Clemente, el editor de Panini de Marvel, me sugirió la idea del comienzo tan cinematográfico del tipo entrando en la cárcel y yendo hacia atrás en el tiempo. Lo pensé durante un tiempo pero no me gustaba, me parecía un recurso sobreexplotado, sobre todo en los telefilms cutres del sábado por la tarde.

Luego me pasó una cosa curiosa viendo en la tele a Iñaki Urdangarín entrando en los juzgados, haciendo el famoso paseíllo. Había un debate y todo el mundo se preguntaba «¿Cómo hemos llegado a esto?«… ¿Cómo hemos llegado a esto? Esa era la cuestión. De pronto el recurso de saltar hacia atrás cobró sentido.

 

P: No sé hasta que punto Intachable podría considerarse no solo una historia de corrupción, sino de la amistad entre César y Gabriel.
R:
Es una historia de género negro y es una historia que contiene mis filias y mis fobias. Me encantan los westerns y ese tema tan suyo de la amistad masculina me gusta mucho, y ha sido el eje central de algunas de mis obras como Pulp Heroes. La historia trata sobre su amistad y sobre como la entienden ambos personajes, porque eso les define de cara al lector. Ambos personajes son muy negativos en algunos aspectos, pero de alguna manera en ocasiones el lector puede empatizar con ellos por la manera de relacionarse entre ambos y con los otros personajes. No quería hacer una historia en plan «mira que mala que es esa gente», quería que el lector les odiase y a la vez llegase a empatizar con ellos, motivar una reacción compleja.

 

Intachable / Víctor Santos

 

P: ¿Por qué utilizar a Gabriel como narrador? ¿En algún momento te planteaste que fuera el propio César quien contara su historia?
R:
La idea inicial era esa, pero resultaba difícil y a la vez poco interesante. Quería hablar sobre un tipo de personas que me son totalmente ajenas, y era más sencillo y a la vez más efectivo hacer que la persona más cercana a él, Gabriel, te cuente su vida. De esa manera que te das cuenta de que en muchas ocasiones incluso a él se le escapan sus motivos. No es que yo sea más parecido a Gabriel pero sus ambiciones y su manera de ver la vida es más modesta, él se ve arrastrado a ese mundo de lujos aunque luego lo disfrute, pero estaba más contento siendo un matoncillo o el dueño de un local. Así que desde él tendemos un puente a la personalidad más megalomaníaca y turbia de César.

 

P: En algún medio has comentado que Intachable es una novela sobre «la ambición que corrompe a las personas, a las instituciones y a los países». Esa ambición y su precio no se queda solo en César y Gabriel, sino que puede aplicarse a todos los personajes ¿no?
R:
El tema central es la ambición, y sobre todo, si se paga un precio por ella. Citando otra frase del cómic, Unamuno dice «Las cosas no se consiguen gratis«, y eso se puede aplicar a todos los personajes de la obra cuando persiguen con tanto empeño sus ambiciones, sean estas totalmente egoístas o por el bien de la sociedad. Pero todos renuncian a algo, incluso el que te parezca que sale mejor parado, y algunos de los personajes incluso pierden a las personas de su entorno personal, sus ideales o la vida misma.

 

P: El final resulta un poco ambiguo, ¿cuál era la intencionalidad que buscabas?
R:
Este relato es solo una parte de la historia de los personajes que convergen en un momento de sus carreras. Para unos es el declive y otros están alcanzando el cénit. Es complicado explicar el final sin destripar pero diría que el resto de lo que queda por delante te lo puedes imaginar tú, qué tal les irá depende un poco de tu optimismo o tu pesimismo respecto a la vida en general. El último plano es una especie de mirada directa al «abismo». Has acabado la historia, has mirado al monstruo pero seguramente sigues sin entender del todo sus motivos. Yo por lo menos no los entenderé nunca.

 

P: Tras leer el cómic es inevitable pensar en determinado color ideológico, determinados medios, políticos… ¿había algún ánimo de que el lector hiciera ese tipo de identificaciones?
R:
No quise tampoco identificar a los personajes con ideologías concretas. Lógicamente, aunque no nombre partidos ni nombres de políticos, puedes hacerte una idea. Pero pienso que la historia funcionaría perfectamente cambiando los colores e incluso el país de los personajes. Lo que ocurre es que aunque no usara nombres sí que quería que su vida coincidiese con la historia de España, por lo que los partidos que ganan y pierden, los que suben y bajan, los medios de comunicación en moda en cada momento tienen que coincidir porque no estoy haciendo una historia «alternativa» de España. Pero la decisión de «disimularlo» fue más que nada para que un lector de una ideología concreta no etiquetara la obra en cuanto criticara al partido de sus amores. No hay ninguna crítica a ninguna ideología de derechas o de izquierdas porque básicamente los personajes que se mueven en ese mundo no tienen más ideología que su propio interés, como en la vida real.

 

P: El que la historia que relatas en Intachable esté tan apegada a la realidad y nos resulte tan reconocible, ¿debe considerarse un logro del cómic o un motivo para preocuparse de la situación en la que vivimos?
R:
Bueno, supongo que ambos. Adoro el género negro porque a pesar de que ha sido tratado como una especie de entretenimiento burdo para el pueblo, en realidad ha sido el género más social de todos, el que ha tratado la parte más oscura de la sociedad de manera más directa, el que ha denunciado sin tapujos las injusticias sociales, el crimen y la corrupción que late dentro de cada persona. Más que la mayoría de los periódicos que rinden cuentas a sus anunciantes y al grupo mediático al que pertenecen.

 

Intachable / Víctor Santos

 

P: ¿Hasta qué punto la corrupción en la comunidad valenciana ha servido de inspiración o de influencia?
R:
Ha sido una gran influencia. No solo por haberla vivido, claro está, sino porque en sí misma es como el paradigma de nuestra cultura de la corrupción. Es el caso de una ciudad que se convirtió en el emblema de un progreso feroz, obras faraónicas, famoseo y demás pandereta… para luego destaparse toda la porquería que había por debajo. Y además era algo a la vista de todos, se sabía de sobra que el dinero se estaba dilapidando, que había un montón de personajes pululando por los despachos que se estaban forrando a costa del dinero público mientras que la gente estaba deslumbrada por unas obras horteras y unos espectáculos deportivos de película de James Bond y no quería verlo. Hasta que les ha salpicado en la cara y ya no ha podido evitar mirar.

 

P: A pesar de que la corrupción esté tan arraigada en ciertos sectores políticos y empresariales, es un tema que se aborda poco en la ficción nacional (cine, TV, cómics…), se me ocurren ejemplos como La Caja 507 o Crematorio, pero poco más. ¿A qué crees que se puede deber?
R:
No sé… estás citando obras que me han gustado mucho. Tal vez en España está todo muy polarizado y o bien se crean obras muy de denuncias, muy panfletarias, o bien pura evasión. Aquí muchas de las obras consideradas «de autor» son biografías recordando lo mucho que te gustaban los Madelman. A ver, me parecen muy viables los dos extremos, y yo he cultivado mucho la ficción escapista pura y dura, pero sí que es verdad que cuando se tratan temas actuales se tiende a mantener una postura concreta más que a inducir a la reflexión de los lectores. A mí me gusta lo segundo, y usando como vehículo la ficción. Recientemente, en una tertulia radiofónica en la que intervine brevemente en la SER, recuerdo que Aleix Saló comentaba que este tipo de obras podían glorificar a los criminales. Yo no estaba de acuerdo porque pienso que no tenía sentido que yo me pusiese a repetir los titulares de los periódicos, la gente ya está harta, conoce los datos de sobra. Yo quería hablar del sentimiento de indignación visceral y de qué origina un sistema que prácticamente favorece la corrupción, porque creo que es algo muy arraigado en nuestra propia mentalidad. En mi historia uno de los personajes, un juez instructor, menciona: «si les metemos en la cárcel, salen después y son reelegidos, ¿Quiénes somos nosotros para juzgar? ¿No trata de eso la democracia?«. Para bien o para mal, esto es algo que también está dentro de nosotros como sociedad.

 

P: Retomando los dos ejemplos que he puesto antes, Intachable tiene un estilo narrativo que se asemeja mucho al cinematográfico, ¿te has visto influenciado por el género negro del cine y la TV?
R:
Quería crear una obra que un lector no especializado pudiera entender, y una manera es jugar con algunos códigos cinematográficos que la gente tiene asimilada. No renuncio a los propios recursos del cómic, y de hecho el color es un buen ejemplo de ello porque la manera de colorearlo es intransferible otros medios. Pero la manera de estructurar la historia, en cinco capítulos, cómo pasas de unos personajes a otros, siempre saltando de página, cambiando el tono de colores, viene mucho de mi afición al cine y las series. También la manera de estructurar algunos diálogos nace de mis series favoritas de televisión. También ha influido el cine policiaco de los 70, no solo el americano. El Poliziesco italiano y el Polar francés me han inspirado en la manera en que mezclan realidad social con obra de género.

 

P: Sobre esta temática, ¿hay alguna obra que te haya gustado especialmente y recomendarías?
R:
Sí, soy muy fan de algunas series como The Wire y Madmen. Madmen me ha influido mucho en Intachable porque consiguen hacer algo asombroso, y es que nada de lo que se dice es gratuito. Parecen diálogos triviales, igual es Don Draper tomando unas copas y hablando de baseball, pero cuando acaba el episodio te das cuenta de que no sobra nada, te han contado muchas cosas y te has asomado al alma al personaje. Es fantástico, es el tipo de sofisticación que me esfuerzo por alcanzar como guionista.

También algunas series inglesas de género como The Shadow Line, Luther o Spooks. Son una pasada, lo que se hace en Inglaterra está a años luz… no sé, de todo el universo.

 

P: Con historias como la que narras… ¿Los cómics pueden ser medios de denuncia eficaces?
R:
Creo que los cómics pueden ser un medio fantástico para cualquier cosa, ya sea denuncia, entretenimiento, recetas de cocina o enseñar a hablar japonés.

 

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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